—Song, ¿qué es todo esto? —Preguntó Sam viendo a su hermana tan elegante, así como toda la decoración del jardín de la Mansión Anantrakul. Sam usaba un vestido negro, negándose a usar el que le había comprado su abuela. Ella era de usar colores neutros para vestir, daba igual lo que usara, de alguna forma siempre conseguía resaltar el color de sus ojos, su piel blanca y cabello oscuro. Song la miró con tristeza.
—Me voy a casar, Sam.
—¿Por qué no me habías dicho nada? No sabía que Ice y tú tenían planes de casarse tan pronto.
—Me caso, pero no con Ice... Sino con Kasem.
—¿Qué? Él ni siquiera te agrada, hermana. No puedes hacer esto.
—Será una simple transacción de negocios, Sam, así como lo quiso la abuela...
—No creo que a Ice le agrade esto.
—Seguramente... De todas formas, ya no importa. Ella no quiere saber nada de mí y me parece que es lo mejor. Las personas como yo no pueden hacer felices a personas como ella, merece ser feliz, libre y vivir una vida tranquila.
—Song, no hay nada malo en ti, también mereces esa felicidad y libertad para amar a quien tú decidas.
—Nuestra abuela jamás permitiría nuestra unión, Sam. No le molestaba que estuviera con Ice porque la veía como mi mejor amiga, como un pasatiempo mío, pero ella nunca formaría parte de nuestra familia. Desde que no están nuestros padres, Neung, tú y yo, aceptamos las reglas de nuestra abuela. Sabes lo molesta que ella se puso cuando Neung decidió ser artista. ¿Qué pensaría de mí? No puedo decepcionarla también.
—La vida también se trata de tomar riesgos, Song. Puedes seguir todas las reglas de nuestra abuela hasta el cansancio, pero cuando llegues a casa y no abraces a la persona que amas. ¿Qué sentido tendrá todo?
—Tomé mi decisión, Sam. No hay marcha atrás, ya perdí a Ice y pienso hacer que valga la pena. Kasem no está esperando que lo ame o que seamos un matrimonio convencional, ambos actuamos por la misma razón. Sé que ahora no lo entiendes ni lo apruebas, pero un día verás que hice lo mejor.
—Estás haciendo lo mismo que hicieron nuestros padres y ya sabemos cómo terminó esa historia, Song. ¿Estás segura de que estás dispuesta a pasar por todo esto?
—Sí, Sam... Haré lo que sea necesario para lograr mis objetivos.
—Éxito, lo vas a necesitar. Ahora ya sé por qué no me habías contado nada.
—Temía que si te decía la verdad, te ibas a negar a asistir a la boda... Es importante que nos vean como una familia unida, siempre lo dice la abuela.
—Nada más alejado de la realidad, no me quiero prestar a esta farsa, Song. Además, también debería estar aquí Neung, no ha dejado de ser nuestra hermana.
—Lo sé y te entiendo, me gustaría que ella también estuviera aquí... Más eres la única hermana que reconoce nuestra abuela y la única persona que realmente es digna de acompañarme en esta decisión. Por favor, Sam, quédate. No me dejes sola, no lo podría hacer sin ti.
—Y eso sería lo mejor, que me fuera y tú no estuvieras cometiendo esta gran equivocación. Pudiste tener la felicidad y el amor de tu vida a tu lado.
—Lo intenté... Me imaginé una vida con Ice y nos vi infelices a las dos. Entre el remordimiento, la culpa y que nuestra abuela siempre sería nuestra sombra. La conoces bien, ella no se conformaría con negarme así como lo hizo con Neung... Ella se empeñaría en destruirnos.
—Sé que es difícil, Song. Pero no sé, creo que al final te rendiste muy fácil...
—Prefiero amarla así y no terminar con odios y con venganzas. Aunque seguro Ice no piensa lo mismo, me debe estar detestando. Esta es la vida que nos tocó, Sam. Ninguna de las tres eligió ser una Anantrakul, pero es lo que hay.
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La chica del apartamento 512 (Monsam)
Fanfiction¿Qué hace una mujer como Sam Anantrakul viviendo en un pequeño departamento? La respuesta está en sus ganas de ser alguien en la vida sin depender de su poderosa, pero problemática familia. Sam quiere demostrar que es más que su apellido y que puede...