La chica del apartamento 512 (Monsam)

17. Mi novia

Después de un maravilloso y alocado fin de semana, Mon estaba llegando a su lugar de trabajo y justo se topó con Nop. Esperaba que no fuera un encuentro incómodo, Nop era alguien importante para ella.

—Hola, Mon ¿Cómo te encuentras?

—Hola, Nop. Todo va perfectamente, ¿Cómo estás tú?

—Me alegra saber que te encuentras bien. En mi vida parece ir todo tranquilo. Me quedé pensando en nosotros...—Mon se tensó, Nop ya no le interesaba como pareja, pero no deseaba lastimarlo—y me alegra que hayamos decidido ser solo amigos—Mon sonrió aliviada.

—Tomamos la mejor decisión y en el momento adecuado.

—Me preocupaba un poco que tú quisieras algo más que una amistad y que eso te causara algún malestar. Me da mucha tranquilidad que no sea el caso y hasta creo que te veo más alegre que nunca.

—Gracias por preocuparte por mí, Nop, siempre te he considerado una gran persona y veo que tenía razón... Admito que llegué a tener interés por ti, pero hace falta más que eso para enamorarse.

—Sí, justo me pasó eso contigo. Parecía una buena idea porque siempre nos hemos llevado bien y sé que eres una fantástica persona... Simplemente nunca fluyó.

—No lo hubiera podido explicar mejor, Nop.

—Mon, deseo que encuentres a la persona que te haga feliz y aquella con la que todo fluya fácilmente, con algo tan simple como una mirada o una sonrisa—Mon trajo a su mente la imagen de unos ojos profundamente oscuros y una bella sonrisa. Nop percibió el cambio de actitud de Mon—Casi podría asegurar que ya conociste a esa persona y deseo que sea así, te mereces solo lo mejor.

—No te equivocas, Nop. Quizá te parezca una locura, pero creo que ya encontré a esa persona que me hace ver la diferencia entre interés y enamoramiento.

—¿Es tu vecina, cierto? La que nos encontramos aquella vez que te acompañé a tu edificio—Mon no podía creer que mejor Nop había notado esa conexión especial con Sam, se habían visto como dos segundos. ¿En serio fue la última persona que se dio cuenta de sus sentimientos por Sam?

—¿Cómo es que puedes saber eso?

—Parecías muy afectada cuando nos la topamos, como si te doliera algo. Y pensé que a ella le pasaba lo mismo, al principio pensaba que se llevaban mal o algo así. Después que me preguntaste qué me parecía ella entendí que quizá pasaba algo más, al menos contigo.

—Vaya, pues sí que me tardé tiempo en darme cuenta de mis sentimientos por ella. Lo bueno es que ella me quiere y yo a ella.

—Felicitaciones, Mon. De corazón te digo que les deseo lo mejor.

—Gracias, Nop, sé que eres sincero. Cuando encuentres a tu persona, también me alegraré por ti.

—Lo sé, Mon. Muchas gracias—Mon y Nop se despidieron como los grandes amigos que eran y que siempre serían. Y hablando de amistades, todavía tenía que contarle a Chin sobre las buenas y recientes noticias en vida.

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Sam llegó con una gran sonrisa a su trabajo que no pasó inadvertida por Hansa, su amiga esperaba que después de la cena del viernes, todo empezara a funcionar para Sam y Mon.

—Sam, te ves tan feliz.

—Es que así me encuentro, Hansa.

—Yo sé que no me debo meter y no quiero sobrepasar ningún límite contigo. Así que discúlpame de antemano, pero noté que hay una buena química entre tú y Mon. Dime que no estoy equivocada y ella es la razón de tu alegría, por favor.