Tal como habían acordado con anterioridad, Sam había quedado de verse el sábado con Tee. La chica Anantrakul esperaba en una banca dentro de un centro comercial. Estaba feliz por la noche tan increíble y maravillosa que había compartido con Mon y se moría de ganas por contarle a su mejor amiga.
Tee llegó corriendo como siempre, no era una persona puntual, pero al menos se esmeraba en intentarlo cada día—Sam le hizo una señal para que la viera.
—Lamento el retraso, había un poco de tráfico.
—Descuida, Tee. Para ser tú, hasta diría que llegaste temprano.
—No sé si tu comentario me hace sentir mejor o peor.
—No soy buena dando ánimos, pero la intención era hacerte sentir mejor.
—Se agradece la intención. Sam, no pondría mis manos al fuego en esto, pero tú te ves diferente.
—Me siento muy bien, Tee, ayer fue un día para recordar.
—Esto me huele a chisme y eso me pone feliz. ¿Qué pasó ayer para que todo sean tan memorable?
—Por increíble que suene, anoche bailé con Mon.
—Menos mal estoy sentada o me hubiera caído de la impresión. No sé qué me sorprende más, si tú bailando o estando con Mon... Definitivamente me inclino por el baile, lo siento.
—Concéntrate en lo importante, Tee. Mon lo es.
—Es verdad, ya me enfoco. ¿Ya sabe lo que sientes por ella?
—Todavía no...
—¿Cómo qué no? ¡Hasta bailaste con ella!... No creo que haya una forma más grande de demostrarle que le quieres que esta.
—Ella no me conoce tan bien como tú, no sabe cuánto detesto bailar y que solo lo hice porque quería estar cerca de ella...
—Pues eso sí. A ver, necesito detalles.
—Ay, Tee. ¿Recuerdas que te dije que tenía una cena anoche?
—Sí, con tu amiga del trabajo y su esposo.
—Resulta que Mon es amiga del esposo y también estaba invitada a la cena, solo éramos los cuatro. La pareja enamorada y nosotras.
—Dos parejas enamoradas querrás decir.
—Me encantaría poder decir eso...
—Mejor sigue contando.
—Tee, ella se veía espectacular anoche... Me resultaba difícil no quitarle la vista de encima.
—¿Y ella qué hacía?
—No dejaba de observarme también, no sé si porque yo lo hacía o si era por otra razón, pero en ese momento no me importaba. Nuestros amigos empezaron a bailar y ella me invitó a que hiciéramos lo mismo.
—¿Cómo te convenció? Porque conociéndote seguro no aceptaste inmediatamente.
—Me conoces, amiga. Primero les dije a todos que yo no bailo, pero ella decidió invitarme de todas formas y me ofreció su mano... No pude resistirme. Confieso que no sabía hacia dónde moverme o qué hacer, más que estar cerca de ella.
—¿Y qué más?
—Pues solo hicimos eso... Cuando regresamos al edificio, volvimos a bailar mientras ella me cantaba al oído...
—Esto es demasiado lindo y romántico, casi pude imaginármelo. ¿Me puedes explicar cómo es que todavía no se han confesado sus sentimientos?
—Y eso que no te he contado la forma en cómo nos despedimos.
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La chica del apartamento 512 (Monsam)
Fanfiction¿Qué hace una mujer como Sam Anantrakul viviendo en un pequeño departamento? La respuesta está en sus ganas de ser alguien en la vida sin depender de su poderosa, pero problemática familia. Sam quiere demostrar que es más que su apellido y que puede...