Yuki despertó con dolor de cabeza y mucha sed. ¿Qué es lo que había pasado ayer? Ahora recordaba haber empezado a beber con Tee. La amiga de Sam era muy alocada y quizá por eso le había caído tan bien, pero más allá de eso, Tee hasta le había hecho olvidar la tristeza que sentía por Shogun. ¿Quién podría estar triste sí tenía a una adorable chica como Tee haciéndole reír? Ni siquiera se había podido despedir correctamente de ella. ¿Volvería a verla? Tan concentrada como se encontraba ni siquiera se percató de la presencia de Mon.
—Al fin despiertas, ya era hora.
—No es necesario que grites.
—Estoy hablando como siempre, Yuki.
—Pues procura susurrar que me duele la cabeza.
—¿Por qué tenías que emborracharte de esa forma?
—Tee y yo estábamos muy nerviosas... Por el partido—Yuki intentó reírse, pero fue una pésima idea por el estado en el que se encontraba.
—Espera... ¿Si era cierto lo del partido?
—Ay, Mon, mejor lo dejamos así porque ahora no estoy en condiciones de estarte explicando la vida.
—Pero ¿qué tal ayer? Alegre y diciendo imprudencias.
—Espero no haberte metido en problemas.
—Solo casi te declaras por mí ante Sam, pero todo tranquilo fuera de eso.
—Hubiera estado bien hacerlo, porque tú no tienes para cuándo. Hasta tengo pensado lo que le diría.
—A ver, dime.
—Querida Sam, ¿Serías capaz de perdonar la lentitud y torpeza de mi mejor amiga?, ¿quieres ser como mi cuñada? Y luego la intentaría sobornar con fresas para que no se negara. Fin de la historia y vivieron felices para siempre.
—Ya no sé si habla el alcohol dentro de tu cuerpo o son tus locuras de siempre.
—Sabes que tengo razón, si hubieras seguido mis consejos, te hubieras ahorrado dolores. En cambio, insistes en dar un paso y retroceder tres.
—Si supieras...
—¿Si supiera qué?
—Si supieras que...—Se supone que Mon había acordado no decir nada de su noviazgo, pero le costaba mucho. —Que te veías muy graciosa ayer, incluso más que Tee.
—Tee realmente es muy agradable, se nota que ha disfrutado la vida y me sorprende que sea amiga de Sam. Son muy diferentes.
—Nadie se le compara a Sam.
—No lo sé, no conozco mucho a Tee, pero ella es la persona más divertida que he conocido... Regresando a ti, pensar que la Mon del pasado seguiría terca con su supuesto amor por Nop. Odio no poderme reír como me gustaría.
—El Karma... Ya no me estés recordando lo de Nop, todos cometemos errores.
—Sí, nadie es perfecto... Pero una cosa es que supuestamente te gustara Nop y otra que le confesaras justo eso a Sam. Tampoco es como que fuera tu gran amiga para que le estuvieras contando toda tu vida.
—Pues reconozco que cometí muchos errores con Sam que deseo compensar cada día.
—Quiero ver eso. Mucha palabrería y poca acción. Yo necesito que le hables de tus sentimientos y que la hagas mi cuñada, porque tú eres lo más cercano que tengo a una hermana, Mon.
—Bueno, la verdad es que te quería hacer sufrir un poco más, pero me complace contarte que Sam es oficialmente mi novia.
—¿O sea que no me querías contar?, ¿después de todo lo que he sufrido y me he preocupado por ti? Si no fuera porque me siento tan mal me las pagarías. ¿A quién se le ocurrió tan brillante idea de ocultar la verdad?
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La chica del apartamento 512 (Monsam)
Fanfiction¿Qué hace una mujer como Sam Anantrakul viviendo en un pequeño departamento? La respuesta está en sus ganas de ser alguien en la vida sin depender de su poderosa, pero problemática familia. Sam quiere demostrar que es más que su apellido y que puede...