4. Cartas

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Mon sacó fuerzas de donde no sabía, se metió a bañar y se echó a dormir sin importarle nada, estaba demasiado exhausta. Tanto por el trabajo físico como por la preocupación por Sam. Su celular sonó varias veces, pero no se dio cuenta de nada.
Su mejor amiga llegó horas después y Mon seguía sin reaccionar a nada.

Yuki la observó dormir tan profundamente que tras asegurarse de que estuviera respirando, se puso a preparar la cena.
Quizá por el olor de la comida o por el ruido de la cocina, Mon fue despertando poco a poco.

—Al fin, bella durmiente. ¿Quieres cenar? Ya casi termino.

—Me despertó el hambre o de lo contrario seguiría durmiendo, estoy tan cansada.

—Debió ser agotador estar con la vecina... No espera, eso sonó muy mal, o muy bien, depende la perspectiva, pero no nos estábamos refiriendo a eso.

—Tienes una mente muy sucia, Yuki, fue agotador estar pintando, entre otras cosas.

—¿Qué cosas?

—Pues Sam casi se desmaya, me asustó mucho.

—¿Sam estará embarazada?

—No creo, aunque sinceramente no sé.

—Bueno, existen diferentes motivos por los que una persona puede desmayarse.

—Exactamente, yo creo que se debe a que no ha descansado bien los últimos días y tú imaginado cualquier cosa.

—Lo siento, es que hoy estaba conversando con unos amigos. Hablamos de la posibilidad de tener una familia en un futuro, eso como que se quedó en mi sistema.

—¿Ya estás pensando en formar una familia? Ya ni siquiera estás con Shogun, ¿no deberías pensar en tener pareja primero?

—Solo estábamos platicando, es importante antes de tomar decisiones, saber qué es lo que queremos para nuestras vidas.

—¿Y si quieres tener hijos?

—Sí, pienso que es algo que me gustaría, no ahora evidentemente, pero tal vez en un par de años.

—Entiendo, es bueno que lo conversen, aunque no al punto de que embaraces a nuestra vecina.

—Hablando de ella y no de su cero probable embarazo según tú. ¿Lograste averiguar la relación que tiene con la chica que la visita?

—Sí. Perdimos las dos, no es su familiar ni su pareja. Ella es solo su mejor amiga.

—Igual tienes que invitar a salir a Sam.

—Ya lo hice... Bueno, algo muy parecido. Le dije que, si un día tiene ganas de salir, sería bueno que sepa que cuenta conmigo.

—Eso es trampa, así no era. ¿Ahora resulta que ella tiene que invitarte a ti? No, Mon, si no vas a hacer las cosas bien, mejor no apuestes.

—Pues yo no quería apostar nada, tú me obligaste.

—Pues sí, pero tú aceptaste. Un trato es un trato.

—Está bien, tú ganas. La invitaré otro día a salir.

—Muy bien. Por cierto, creo que cuando entré a casa se me figuró escuchar tu celular.

—Lo revisaré—Mon vio que tenía muchas notificaciones entre Chai y Nop. Chai le estaba pidiendo perdón como tantas otras veces y Nop la invitaba a salir—Era Chai, quería verme hoy...

—Menos mal no te diste cuenta de sus mensajes o ya estarías con él en estos momentos.

—No es cierto y aunque así fuera, ahora no tengo energía para ver a nadie. Solo me disculparé con Nop que también me escribió.

La chica del apartamento 512 (Monsam)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora