La chica del apartamento 512 (Monsam)

7. Despierta

Sam despertó desorientada, no sabía en qué momento se había quedado dormida. Era como uno de los días más horribles de su existencia. Primero, Mon contándole todo lo emocionada que se sentía por su cita y luego lo del elevador. Se daba cuenta de todo el desgaste físico y emocional que había tenido.
Justo cuando se preguntaba cuándo se había ido Mon de su apartamento, fue que escuchó su respiración.

¿Por qué se había quedado a dormir con ella? No entendía si era mala suerte o qué, pero Mon siempre terminaba haciendo justo lo que no quería. Deseaba que la dejara en paz, pero no, ella hacía de todo para clavarse profundamente en su corazón.
Ya no sabía si la quería o la empezaba a odiar, no, definitivamente la quería, no tenía caso engañarse. Mon era tanto su esperanza como su perdición.
¿Y ahora qué haría con su vecina tan cerca de ella? Quiso probar si podía despertarla.

—Mon, Mon—Ahora era la chica del apartamento 5 12 la que empezó a balbucear entre sueños.

—Déjame dormir, Yuki, estoy soñando con Sam....—En ese momento Sam se quedó sorprendida y estaba curiosa a la vez. ¿Mon estaba soñando con ella? Estaba haciendo lo mismo de nuevo, ilusionarse por algo que seguro no tenía importancia para Mon. Definitivamente no podía quedarse ahí a su lado, así que con cuidado se levantó y se fue a dormir a la sala. Ahora sí se sentía a salvo.

Horas más tarde Mon despertó y se asustó de no ver a Sam a su lado, salió de la habitación y la encontró en la sala. No sabía en qué momento de la noche se había despertado Sam y por qué estaba acostada ahí ¿Tanto la incomodaba ella para no querer compartir el mismo espacio? Ya no sabía qué pensar ni qué hacer. Tal vez lo mejor sería irse y no seguir molestando a Sam, la vio por una última vez y salió del apartamento. Sam escuchó el sonido de la puerta y le dolió que Mon se fuera sin despedirse, pero pensó que era lo mejor para olvidarla.

**********

—Mon, al fin llegas. Me tenías preocupada, me enteré lo del elevador. ¿Estás bien?

—Nada de lo que debas preocuparte, Yuki.

—¿Te quedaste con Nop?

—Ay, me había olvidado por completo de él. Tengo que explicarle lo que pasó.

—Si no estabas con Nop. Entonces, ¿dónde estabas?

—Con Sam. Se sintió mal después de lo del elevador y me quedé cuidándola, hasta que me quedé dormida.

—¿Y cómo está ahora?

—No sé, la dejé dormida.

—¿Te fuiste así nada más?

—No quería despertarla y no tenía sentido que siguiera ahí.

—Eres una grosera, iré a ver cómo está.

—Déjala dormir.

—¿No has pensado en la posibilidad de que ella ya esté despierta? Aquí cierras la puerta y se entera medio edificio.

—Pues intenté ser lo más silenciosa posible, igual necesita descansar.

—A ti te pasa algo. ¿Qué tienes?

—No me pasa nada, Yuki. Solo no descansé bien y ya.

—No te creo nada, Mon.

—Piensa lo que quieras entonces.

—Estás de un humor insoportable, buenas noches. —Mon se sentía herida por la actitud que tenía Sam con ella, le dolía mucho que las cosas no fueran como antes. En la mañana, se dedicó a conversar con Nop, acordaron verse en la tarde y ahora sí nada le impediría verlo.