~Finjamos ser Novios~ Kookmin

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Narra Jeon Jungkook

Algunas semanas pasaron y el invierno ya estaba llegando, el día de hoy se pronosticaba que iba ser la primera nevada a pocas semanas de navidad, el frío calaba hasta en los huesos y apesar de tener mi abrigada chamarra aún mi cuerpo se sentía frío, con el café se componía un poco pero era de la misma forma, no era para siempre y el frío volvía.

Hoy era un día importante aquí en Corea del Sur, este día era más que nada el día de las parejas, existía un mito en donde decía que si estabas con tu pareja el día en donde cayera la primera nevada entonces el amor entre ambos sería verdadero y para siempre.

Mi mochi sigue enojado conmigo por haberlo tratado de la manera más deplorable posible, si me habla y si lo he ido a visitar, sin embargo si comportamiento es distinto, ya no me quiere abrazar o besar apasionadamente, solo piquitos.



Hoy gracias a una publicación en instagram me di cuenta que estaba en el hospital, eran ya las 3:30pm y en realidad no habíamos hablado en todo este tiempo solo para mandarnos buenos días. Mi pecho se apachurro al verlo mencionar que tenía mucho frío, entonces decidí que lo mejor iba ser ir a visitarlo un rato y preguntarle si estaba disponible para en la noche luego de que la nevara cayera.

Salí de con el director Kim y fui directamente hacia donde mi bebé.

Pasaron aproximadamente media hora de que me encontraba frente al hospital, le había mandado mensajes pero no contestaba y no quise llamarlo porque se que estaría muy ocupado y lo regañarían. Decidí acercarme la enfermera que se estaba fumando un cigarrillo frente al hospital.

—Disculpa —la chica volteo y el olor a tabaco inundó mis fosas nasales.

Comencé a toser.
—¿Qué ocupa, Joven? —tiro el cigarro y metió su mano en los bolsillos.

—¿Conoce a Park Jimin? —me rasqué el cuello con nerviosismos. Realmente no se me da hablar con la gente nueva.

—¿El practicante rubio? —asentí entusiasmado —Si lo conozco, soy su jefa.

—Oh, mucho gusto soy Jeon Jungkook —estreché su mano —Quería preguntar si le podía hablar por un momento, necesito darle algo para el frío.

—Claro, espere —se fue de conmigo.

Mientras tanto yo caminaba nervioso de un lado a otro esperando a que mi bebé apareciera. Minutos más tarde lo vi salir, lo escanee mientras venía, me congelé al verlo tan solo con su uniforme de enfermero y sin ningún abrigo.

—Me dijeron que me estabas buscando —salió humo de su boca debido al frío.

Jimin se acercó hasta quedar frente a frente, sus hombros se contrajeron por el frío. Sin pensarlo abrí el cierre de mi chamarra lo jale hasta pegarlo a mi cuerpo y luego volví a cerrar el cierre para que estuviera más calientito entre mis brazos. Inmediatamente sus brazos rodearon mi cintura para no estar apretados.

Jimin suspiro recargando su cabeza en mi pecho.

—¿Estás libre en la noche? —alzó su cabeza.

—Depende —contestó volviendo el agarre de mi cintura más fuerte.

—¿De qué? —nuestras frentes se juntaron.

De pronto comencé a sentir calor en las mejillas.

—De a dónde me quieras llevar —sus dos cejas se alzaron picaron. Entendí a lo que se refería y comencé a reír.