XXIII

143 17 24
                                    

몬스타~

ㅡ¿Estás bien?ㅡEscuché la suave voz de una chica.

ㅡEstoy bien...ㅡElla asintió. Fuí a mi habitación corriendo del lugar, estaba asustada y de no ser por ella quien sabe que pudo haberme pasado ahí dentro.

Cerré la puerta con seguro. Me dejé caer de espaldas en la puerta y sujetaba mi toalla aferrandola a mi cuerpo tembloroso con el miedo y la vergüenza de haber sido vista en el estado tan vulnerable que irradiaba, algo que me hizo hastá olvidar mi ropa sucia ahí dentro.

ㅡEsto no es un sueño. Soy muy real, date la vuelta y mírame.

Una voz tan suave...

Estuve así por 10 minutos, sentada y evadiendo a mi subconsciente hastá que decidí ponerme un poco de ropa, me paré frente a mi espejo cuadrado y encendí mi lámpara de escritorio para tener un poco de luz. Tenía marcas en mi pecho derecho y en el lado izquierdo de mi cintura, recuerdo que apretó lo suficientemente fuerte para hacer doler y me hacía sentir el escozor ardiente de las marcas casi como si sus manos me hubieran quemado con su indeseado toque.

Alcé la vista para ver mi rostro jodido en lágrimas y ojeras que hoy parecían ser más visibles que otros días, pero mi mirada cayó en la silueta posicionada detrás mío que se encontraba encorvada viéndome a través del gran espejo...

ㅡPuedo verte. ¡¿Qué es lo que quieres de mí?!ㅡSu mirada pasó de mi rostro rojizo a mi cuerpo tembloroso y al final cayó en las marcas que hizo momentos antes. Sonrío de satisfacción al verlo y comenzaba a acercarse cada vez más dispuesto a volver a tocar esas marcas horribles.

Solo era silencio...

Paseó sus manos desde mi hombro desnudo hastá mi pecho, bajando lentamente por todo mi torso y parte de mis caderas.

Cerré los ojos rezando con anticipación para que solo fuera un mal sueño y ahora más que nada deseaba que esto fuera mi mente jugando conmigo.

ㅡEsto no es realㅡMi voz tembló, pero no se comparaba nada con lo que lo hacía mi cuerpo.

ㅡEsto no es un sueñoㅡSusurró. Su voz se suavizó y aúnque yo seguía tensa tomé sus palabras como una amenaza.

ㅡPadre nuestro, escucha mis oraciones que en esta noche se hace presente el anticristo, bendice mi alma y no permitas que sea llevada por él. AménㅡRepetí en voz alta y cuando creí que se había esfumado corrí  hastá mi escritorio y tomé el bote de pastillas para dormir. Saqué algunas haciendo caer otras por el temblor de mis manos y miré atrás.

Mi oración no funcionó...

Mis acciones parecieron alertarlo o incluso molestarlo. Me tomó por el cuello haciendo fuerza en mi garganta para que no tragará ninguna pastilla, su mano fácilmente envolvía todo mi cuello y su otra mano trató de meter 2 dedos en mi boca para retirar las pastillas que se encontraban dentro.

Retiró las pastillas de mi lengua, metiendo sus dedos profundamente en mi cavidad bucal buscando alguna otra pastilla que hurgara por ahí y finalizó su acción limpiando la saliva de sus extremadamente largos dedos con mi lengua. Estaba totalmente perdida en la sensacion relajante de su voz. Cuándo me soltó de su agarre el aire pudo tener su ansiado encuentro con mis pulmones y caí en cuenta de lo que pasaba.

Como si de una chispa de valor se tratara, me dejé caer al suelo y tomé una de las pastillas que cayo abajo de la cama; la saliva en mi boca hizo más facil la entrada de esta y con una sonrisa triunfante dejé que los efectos del sueño me envolvieran en la frialdad de mi piso de madera...

𝓢𝔀𝓮𝓮𝓽 𝓡𝓮𝓭 𝓐𝓹𝓹𝓵𝓮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora