¿Hace cuánto llevaba Violet en ese lugar? ¿Habrá muerto Mark en el camino? ¿La policía habrá llegado a aquel lugar?, este tipo de preguntas no paraban de deambular por la cabeza de Violet.— ¿Violet? —escuchó como aquella voz la llamaba de forma sutil— Violet.
Violet abrió sus ojos.
— ¿Mark?
Mark estaba frente a ella, era el salón de clases. Mark llevaba un libro en su mano. Violet se acomodó en el asiento, parecía que se había dormido, volteó a ver en todas las direcciones: izquierda, derecha, atrás y adelante. Mark estaba escribiendo algo en la pizarra, era tema de su clase. Sí bien, Violet estaba en la carrera de cocina-chef, podía tomar la clase de filosofía sí quería, después de todo tenía horario libre. Pero ¿qué hacía Lissy en ese lugar? Ella tiene que estar en alguna clase de medicina, no filosofía.
— ¿Violet? —Llamó Mark.
— ¡Ah! ¡¿Sí?
— Te sientes bien? —Preguntó mientras acortaba la distancia entre ambos. Violet giró a su izquierda, en dirección a Lissy. Lissy ni si quiera la volteaba a ver.
— Sí...
— Bien. Léeme la página 118 por favor. —Ordenó mientras volvía a tomar camino hacia el pizarrón.
Violet revisó en su mochila, pero no estaba ese libro. Tomó valor y le habló a Lissy.
— Liss... —Musitó.
— ¿Sí? —Respondió con aquel típico tono de voz dulce y amoroso, pero no le dirigió la mirada, estaba centrada en escribir.
— ¿M-Me prestas tú libro? —sobó sus manos, estaba nerviosa, asustada. Cuando Lissy giró en dirección a Violet, esta dejó ver el lado izquierdo de su rostro, totalmente desfigurado, fresco, como aquella herida recién hecha, herida que la mató.
— ¿Por qué tendría que prestártelo? —frunció el ceño, estaba molesta— Tú me dejaste morir. —Al momento en que Lissy dijo esto, todos, absolutamente todos en el salón se giraron hacia Violet para verla, Violet sentía aquella presión en el pecho, el miedo la inundaba de nuevo. Incluso Mark estaba observándola, todos la veían con desprecio, odio y enojo.
Violet estaba solidificada en el miedo, comenzó a sollozar y temblar, un ataque de pánico la inundó por completo.
Las luces del lugar se tornaron rojas, a los segundos, cada foco del lugar estallaba, uno por uno. Dejando caer pedacitos de vidrio al suelo. Sobre el escritorio de Violet cayó la cabeza decapitada de Will, Violet la tiró al mismo momento en que gritaba del miedo y asco que sentía.
Berreó de forma que su garganta comenzó a quemarle y arderle.
Corrió hasta la puerta de salida, pero esta, estaba bloqueada. Violet se deslizó por la pared, cayendo al suelo. Todos sus compañeros de salón se le fueron encima, una total oscuridad la bloqueó, su respiración estaba entrecortándose, estaba muriendo por asfixia.
Al instante despertó, había sido una pesadilla, otra vez. Ben estaba frente a ella, parecía que no había dormido en toda la noche. Era raro, pero una parte de Violet sabía que él no era malo... Sí, mató a muchas personas, pero algo le decía que debía de escuchar la versión de su historia. A simple vista, no parecía ser malo, sino, víctima de algo o alguien.
Unas enormes ojeras adornaban los ojos de Ben, o sea quien sea que estuviese ahí dentro de él. Violet comenzó a retirarse lentamente de él, intentando no despertarlo, pero le fue inútil.
— ¿Cómo dormiste?
Ese tono de voz sí lo reconocía, era Ben.
— Bien. —respondió mientras tomaba asiento en la cama.
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THE HELL IN THE HOUSE |CANÍBAL • TERROR | DISPONIBLE EN AMAZON.COM ✅
HorrorPara muchos, los museos son aburridos. Para otros, un infierno literal. La visita a un museo de arte abrirá las puertas hacia el infierno, escapar por sus vidas nunca había sido prioridad. "Que alguien te diga que te ama es lindo, pero sí te lo dic...