𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟔. MOUNT BRAIN.

2.3K 305 65
                                    




Argentina, Neuquén | 08:27 - Octubre, martes 29.

Aquel dolor que se produce por la luz del sol se hizo presente, Violet había despertado después de haber estado dos horas inconsciente.

Producido por el golpe en la cabeza que había sufrido, Violet padecía de una enorme jaqueca.

Al momento de haber caído sobre aquella mesa, su espalda chocó bruscamente contra ella, pero también su cabeza, dejándola inconsciente por un buen tiempo. Su espalda dolía, estaba 100% segura que tenía moretones en todo su cuerpo, intentó bajarse de la mesa y ponerse de pie, pero, justo cuando se bajó de la mesa, cayó al suelo, sus piernas se habían adormecido, seguidamente sufrió de un enorme calambre en ambas piernas.

Dio varios golpes para hacer que el calambre desapareciese, pero le dolía, se sentía como sí una corriente eléctrica pasase por lo largo de sus piernas. Se quejó en silencio, pues, aunque Leandro estuviese muerto a sus espaldas, aún quedaba Brahms, por donde sea que se encuentre él, era peligroso en todos los aspectos posibles.

— Ah mierda...~ —Gimoteó del dolor. Tomó su pierna derecha e intentó moverla, pero aún seguía acalambrada.

«¿Y Brahms?» —Pensó ella.

Dio repetidos golpes leves en ambas piernas, así, hasta haber eliminado el calambre. De nuevo, tomó fuerza e intentó ponerse de pie, pero al hacerlo, sintió un dolor punzante en su pie izquierdo, un clavo había atravesado el costado de su bota, el clavo se había insertado en el costado de la planta de su pie. Se agachó de nuevo e intentó sacar el clavo, pero estaba muy insertado en su pie.

«Sí saco el clavo lento, dolerá menos, pero será eterno, sí saco el clavo rápido, será un dolor fuerte, pero menos duradero.» Pensó ella.

Sin más que hacer, decidió tomar el extremo de aquel clavo, lo apretó con mucha fuerza y tiró de él; Cerró sus ojos con fuerza, apretó sus labios e hizo todo lo posible por no emitir ningún quejido. Lo logró, había sacado el clavo. Soltó un enorme suspiro que transmitía el dolor que sentía ella en su pie. Violet giró a su izquierda y notó como la puerta de salida estaba a unos metros de ella, la puerta estaba abierta, lo cual, significaba que Mark había escapado hace unas horas.

Violet se puso de pie y cojeó hasta la puerta, la luz de la mañana se sentía como un renacimiento para ella, una nueva oportunidad, la sensación de haber salido viva del lugar era indescriptible. Comenzó a sonreír y luego a reír, seguía con vida, ni si quiera ella lo podía creer; Tapó su boca con su mano derecha mientras que con la izquierda se apoyaba en el marco de la puerta, las lágrimas brotaron de sus ojos al igual que la sangre de sus heridas.

Atravesó aquel marco de la puerta, su bota izquierda estaba empapada de sangre, a ella no le importó, pues ya estaba a salvo.

Caminó por aquel parqueo, aunque caminar no sería la palabra correcta, sino renquear. Giró su cabeza en dirección hacia donde se había estacionado Mark, el auto amarillo de Mark ya no estaba.

«Está sano y salvo, o eso espero.»

Tal y como lo había dicho ella, la carretera estaba vacía, no había ningún auto rondando por la carretera. Tenía que caminar. Tomó unos segundos y volteó a ver a sus espaldas, nadie la seguía, todos estaban muertos.

Siete autos estaban estacionados en aquel lugar, era muy posible que hubiese más víctimas en aquella casa, incluso era probable que algunos estuviesen vivos -según Violet-. Pero a Violet ahora le importaba una mierda eso, ya no era su problema, que se las arreglasen solos, suena egoísta y en cierto punto lo es, pero ella no pensaba ingresar de nuevo a aquella casa que casi le cobra la vida.

THE HELL IN THE HOUSE  |CANÍBAL • TERROR | DISPONIBLE EN AMAZON.COM ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora