❲26.01.2023❳ PUBLICADA.
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➤ martes 29, octubre. Argentina Neuquén | 12:44 P.M.
El frío y seco aire del lugar era intenso, un enorme olor a plástico nuevo y medicina inundó aquel lugar. El sonido de unos trastos temblando sobre una superficie resonaron por el lugar.
— ¿Señor? —recitó una voz femenina— ¿señor?
Los ojos de Mark tiritaban por debajo del párpado. El aire acondicionado de aquella habitación le estaba afectando. Era claro, él estaba en una habitación de hospital.
— Ya escuché...—susurró Mark aún con los ojos cerrados.
— Disculpe que lo moleste, pero, vinieron a hacerle un par de preguntas. —dicho esto, Mark abrió sus ojos, giró su cabeza en dirección hacia la puerta de la habitación, notando como tres personas lo esperaban afuera del lugar, por un segundo, su mente le jugó un escenario falso, haciéndole creer que las personas que estaban en la entrada eran; Violet, Lissy y Mark. Pero con la misma, esta ilusión se desvaneció, dejando en claro que eran tres policías los que lo esperaban afuera, dos hombres y una mujer.
— Esta bien. —se acomodó en aquella camilla del hospital. Mark tenía insertado el canalizador de suero, vendaje en su pecho y cabeza -he de aclararse que ya no vestía su elegante traje, ahora, llevaba puesta una simple bata de hospital color celeste. Los agentes de policía tomaron paso y se adentraron a la habitación.
— Buen día señor Obregón. —dijo aquella mujer policía.
— De ¨buenos¨ no tiene nada. —respondió Mark, restregando su mano contra su rostro.
— Son buenos días sí es que sigue con vida. —interrumpió uno de los policías varones, intentando subirle el ánimo.
— Dígame, ¿en qué puedo ayudarlos? —reprochó Mark.
— Hace unas horas, exactamente a las ocho quince. Usted, entró por la puerta de la comisaría con señales de haber sido violentado. —dijo y sacó unas hojas que estaban dentro de un folder— Las marcas que tiene como heridas puede decirnos que fue víctima de un asalto, sin embargo —sacó otra hoja del folder, estas eran radiografías de rayos X— estas radiografías nos muestran que tiene fracturadas cuatro de sus costillas. —Extendió todos los documentos hacia Mark, este, los tomó con cautela.
— Sí, son mis costillas. —respondió de forma sarcástica.
— Señor, a lo que queremos llegar es; Que usted, parece haber sido víctima de un asalto, pero, todas sus pertenencias están en el auto y el dinero parece está completo, toda su billetera y documentos están impecables. Ahora, le preguntó yo, ¿hubo alguien que lo estuviese persiguiendo por venganza a mano propia? ¿tiene algún tipo de deuda que lo involucre en situaciones de amenaza a muerte?
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THE HELL IN THE HOUSE |CANÍBAL • TERROR | DISPONIBLE EN AMAZON.COM ✅
TerrorPara muchos, los museos son aburridos. Para otros, un infierno literal. La visita a un museo de arte abrirá las puertas hacia el infierno, escapar por sus vidas nunca había sido prioridad. "Que alguien te diga que te ama es lindo, pero sí te lo dic...