CAPITULO 22. El plan maestro.

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Las pisadas de aquella mujer presionando las hojas mojadas sobre la hierba fría sonaban por toda el área verde. Con todo el dolor de su cuerpo, ella seguía corriendo, pero esta vez, con cuidado y calma para no volver a pisar otra trampa de osos. Lo que le estaba siendo de mucha ayuda era que la luz del día estaba a su favor, por lo que podía ver su camino con facilidad.

Violet se recostó sobre la hierba verde, sintiendo la húmeda y aquella sensación fría de esta, Violet se echó a llorar, no solamente por el dolor de cuerpo que tenía, sino por el cansancio de tener que estar velando por su vida, por su seguridad, por su humanidad... entre lloriqueos y sollozos, mezclada con aquella sensación cómoda de la hierba, el adormecimiento de su cuerpo pudo más y se quedó dormida en aquel lugar. No sin antes musitar:

—    Quiero a mis papás... —sollozó.

Quedándose dormida. Violet realmente estaba muerta, en todos los aspectos, su cabeza estaba desgastada, sus energías apenas y la mantenían respirando. La única razón por la que seguía batallando era porque se visualizaba a si misma siendo recibida en los brazos de su padre y atendida con cariño por su madre. ¿Tenía hermanos? No, Violet era hija única, por lo que la búsqueda de su persona le era mucho más difícil, aparte de, no tenía muchos amigos, era muy selectiva con sus relaciones sociales, los únicos amigos que tenía estaban muertos y uno de ellos posiblemente internado en el hospital.

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Mark dejó sus cosas sobre la mesa, estaba en casa, tranquilo, hoy no tenía planeado salir siquiera para tomar aire, quería estar en casa, descansar, su cabeza daba mil vueltas, además de que se estaba enfermando; Fiebre, dolor de cabeza y náuseas,...

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Mark dejó sus cosas sobre la mesa, estaba en casa, tranquilo, hoy no tenía planeado salir siquiera para tomar aire, quería estar en casa, descansar, su cabeza daba mil vueltas, además de que se estaba enfermando; Fiebre, dolor de cabeza y náuseas, todo en un solo día, realmente se sentía pésimo.
Tomó una ducha de agua fría, su caja toráxica aún dolía y aún tenía que seguir usando aquella cosa plástica para mantenerse de pie. Mark lavó su cabello, hombros, pecho y abdomen, colocó champú en su cabello, dejando que la espuma de este cayera por todo su rostro, se quedó ahí por unos minutos, simplemente dejando que el agua fluyera por todo su cuerpo, limpiando las heridas y los moretones de su cuerpo, en sentido figurado, claro.

Mark no quería quedarse cruzado de brazos, quería ayudar, él sabía que Violet estaba por ahí, en algún lugar.

—    Si no hay cuerpo, hay esperanza...

Dijo para sí mismo, convenciéndose de que Violet estuviese bien. Mark la quería encontrar lo más pronto posible, quería a Violet, necesitaba tenerla a su lado y asegurarse de que estuviese bien, el arrepentimiento y la culpa lo cercenaban por dentro, matándolo de pena por haberse ido sin chequearla...

—    Prácticamente la abandoné.

Mark sentía un golpe bajo al reconocer que la dejó sola, se sentía frustrado por no poder ayudar, ni siquiera sabía como era físicamente aquel chico. Saliendo de la ducha y con una toalla en la cintura y otra en la cabeza, comenzó a buscar en el álbum de fotos de los graduados de cada año, pero no solo había foto de los graduados, sino también de ellos realizando exposiciones, proyectos, e incluso había fotos de alumnos que ni si quiera estaban graduados aún.

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