Media noche, y el único sonido presente era el de los grillos. Mientras Mateo dormía plácidamente en una habitación, Violet seguía despierta, quieta, mirando hacia el techo, sintiendo miedo de que en cualquier momento aquel hombre a su lado la mordiera.
Un gruñido por parte del chico fue lo que la asustó, además del sonido de las sábanas siendo jaladas era demasiado ruidoso para ella. No sabía con quien estaba durmiendo, no tenía idea si era Leo, Ben, Brahms o Michael.
— ¿Por qué no duermes? ―Resonó aquella voz ronca y adormilada.
— No puedo. ―Musitó.
— ¿Por qué? ―se acomodó en la cama, quedando boca arriba, similar a la posición de Violet.
— No lo sé.
— ¿Tienes miedo?
— ¿Aún lo preguntas?
Aquel chico de cabellos -ahora- rubios soltó un suspiro pesado, transmitiendo algo de rabia e incomodidad en su ambiente. Violet intentó taparse con las sábanas, pero el cuerpo pesado y grande de aquel chico se lo impendía.
— ¿Con quién te sentirías segura?
Violet no supo que responder, y a juzgar por el tono de voz de aquel chico, pareciera saber quién era y a que se refería.
— Con Ben. ―Respondió.
Leo arqueó una ceja en señal de "falsa admiración" ante la respuesta de aquella mujer. Presionó su lengua contra el interior de su mejilla, denotando los celos que sentía, aún siendo parte del mismo cuerpo, pero el hecho de saber que nunca sería elegido por aquella mujer, eso le amargaba la vida.
Aquel chico se levantó de la cama, tiró el resto de la sábana sobre Violet, saliendo de la habitación, sin hacer ruido para no levantar a Mateo.
El sonido suave de la puerta colocando el seguro automático fue lo que alertó a Violet, se levantó de la cama a intento revisar si Leo no le había colocado seguro con llave, su mayor miedo era que Leo se desquitase con Mateo.
Para su suerte, no fue ni era así, Leo salió de la casa; En pijama, descalzo, y sin decir nada.
El corazón de Violet latía con tanta fuerza, su respiración se sentía pesada, los nervios y el miedo la estaban consumiendo, no quería despertar a Mateo, pero no tenía otro lugar a donde ir. Trotó hacia la puerta de aquella habitación, entró y se metió debajo de las sábanas con aquel niño, despertándolo de su tan cómodo sueño.
— ¿Qué pasó? ―Aquel niño aún seguía con los ojos cerrados.
— Nada, solo vine a revisar si ya estabas dormido.
— Violet, me despertaste... ―Frotó sus ojos.
— Perdón, es que Leo se fue al baño y me da miedo estar sola.
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THE HELL IN THE HOUSE |CANÍBAL • TERROR | DISPONIBLE EN AMAZON.COM ✅
HorrorPara muchos, los museos son aburridos. Para otros, un infierno literal. La visita a un museo de arte abrirá las puertas hacia el infierno, escapar por sus vidas nunca había sido prioridad. "Que alguien te diga que te ama es lindo, pero sí te lo dic...