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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏. VIAJE A LA MISERIA.

Argentina, Neuquén | 13:33 – Octubre, domingo 27.

Octubre, el mes favorito de muchos, desde los más jóvenes hasta los más seniles.

Con la presente brissa del día que congela las mejillas de cientos de residentes de Neuquén; Además de las torrentadas de viento que sacuden a todo el país e incumbe el miedo en las personas.

Lejos de la pequeña ciudad poblada de Neuquén, se encontraba una casa cabaña, la cual era de renta para vacionistas u extranjeros. Aproximadamente, tres días atrás, una de las cabañas estaba siendo habitada por un grupo de tres jóvenes junto con unos de sus maestros favoritos de la universidad, el profesor de filosofía, quien, aceptó esta pequeña salida de casa debido a la buena conexión en amistad que este tenía dentro de aquel grupo.

De todos los que habitaban aquella casa cabaña, que en total eran cuatro, solo uno de ellos tenía pareja, los demás se encontraban solteros, inclusive el profesor de filosofía, Mark.

— ¿Qué lees? —Preguntó Mark mientras se dirigía hacia la cocina por una taza de café.

— Drácula... —Respondió Violet mientras cambiaba la página del libro. Volteó a ver a Mark y le dijo—: ¿Puedes traerme una taza de té?, Por favor.

— ¿De cuál deseas? —Revisaba la caja de madera donde se encontraban todos los tipos de té en sobres—. Hay de frambuesa, durazno, limón, piña y también tenemos té en granos.

— ¿Es a base de hielo?

— Correcto.

— Entonces quiero un vaso por favor.

— ¿Quieres hielo? ­­­­—volvió a preguntar Mark.

—  ¿Tú qué crees?

Por el momento, la casa solamente estaba siendo habitada por Violet y Mark, mientras que los otros dos integrantes faltantes llamados: Lissy y William, se encontraban fuera de casa, realizando las compras para la semana, sus vacaciones no serían interrumpidas por nadie, eso estaba decidido.

— Ten.

— Gracias.         

— Pondré algo de música —dijo Mark, caminando hacia el tocadiscos que se encontraba en la esquina de la sala, entre a la ventana y la puerta—, espero no te disgusten mis gustos musicales.

Mark sacó un disco de vinilo que parecía ser recién comprado, colocó sutilmente este sobre el tocadiscos, de pronto It's is a Crime de Sade comenzó a resonar por todos los adentros de la cabaña, la melodía más preciosa que sus oídos hayan escuchado.

Al resonar aquella melodía, Violet apartó su mirada del libro y aprecio de forma apacible la canción. Y preguntó—: ¿De qué habla la canción?

— Prácticamente... —Tomó su taza de café, se dio la vuelta y soltó un suspiro. Se sentó en el sofá largo, quedando frente a la joven—...Un amor que en teoría es un crimen, pues ella ama al chico, aun sabiendo que el chico ya tiene pareja.

— Aah... —hizo el libro a un lado— en teoría, ¿es un amor imposible?

—  Es posible, más no lo correcto, pues el corazón de la mujer aún ama a aquel hombre, el hombre... podría decirse que también la ama. —Tomó de su taza, y añadió—: ¿Nunca la habías escuchado?

— La verdad es que no, pero nada mal.

— Todas las canciones de Sade son una obra de arte, créeme.

—¿Le recomiendas a todos tus alumnos escuchar a Sade?

— No, pero debería. Es algo que todo el mundo debería de escuchar al menos, una vez en la vida.