∆|•Cassy Potter•|∆ Parte I y II. [En Proceso]

5 - parte II

Casiopea.

La mañana se pasó volando entre terminar de armar los baúles, poner las mascotas en las jaulas y organizar quién iría en qué auto.

Por suerte me tocó en el mismo auto que Fred y George. Pero también venían Ginny y la señora Weasley.

Los autos en los que íbamos eran otorgados por el ministerio para nuestro traslado.

Estaban agrandados mágicamente para que entraramos todos dentro.

Cuando llegamos a la barrera cruce junto con Harry y un auror que nos seguía de cerca, nos dirigimos directamente a la plataforma.

Al cruzar me dirigí en seguida al tren, queriendo encontrar a Regulus y Theo.

-Te veo luego-dije a Harry.

Subí mi baúl al tren con algo de dificultad y lo dejé a un lado para dirigirme al pasillo y buscar un compartimiento cuando choqué con alguien y caí al suelo.

-Carajo-susurré, pero al levantar la mirada sentí la sangre subir a mi rostro.

-Que tierna manera de saludarme, Cass. Parece que siempre chocamos-dijo Cedric con una sonrisa mientras me ayudaba a ponerme de pié-. ¿Como estás, linda?

-Eh... B-bien. ¿Y tú?-no sé en qué momento puso su mano sobre mí cintura pero me di cuenta de que no la había quitado aún.

Mi cerebro hizo cortocircuito en el momento en que lo miré más detenidamente. Estaba mucho más guapo que el curso pasado y parecía que había estado haciendo ejercicio durante el verano porque se veía mucho más fuerte.

-Bien, de hecho quería hablar contigo de...

-¡ZANAHORIA!-el grito de Regulus me hizo saltar del susto. Estaba dentro del compartimiento frente al que estábamos Cédric y yo.

Abrió la puerta del compartimiento y se lanzó a abrazarme, pasando sus brazos por mi cintura y levantándome del suelo, por lo que no pude evitar reír.

-Bueno... creo que podemos hablar en otro momento, Cass-dijo Cedric. Cuando me separé de Regulus se acercó a besar mi mejilla y se alejó caminando de espaldas-. Por cierto. Te ves muy bien... ¿El vestido es nuevo?

-¿Eh? Ah. Quiero decir, si, es nuevo-sonreí.

Me giré hacia el compartimiento al escuchar risas. Theo y Draco estaban asomándose por la puerta con sonrisas burlonas.

-En este momento estás del mismo color que tú cabello-dijo Theo a modo de saludo.

-¡Theo!-lo abracé-. Te extrañé tanto. No sabes la falta que me hacías durante la cena... y la merienda... y el almuerzo... y el desayuno... y en la madrugada cuando iba a robar comida del refrigerador.

-Sisi, bueno, ya entendimos que es tu mejor compañía para robar comida-dijo Regulus-. Ven, te voy a presentar a alguien.

Cuando entramos al compartimiento estaban Theo, Draco, Blaise y una chica de cabello rubio que yo no conocía y, para mí sorpresa, Parkinson.

-¿Todo bien, Blaise?-pregunté sentándome a su lado, mientras Regulus se sentaba junto a Theo, en los asientos frente a nosotros.

-Bien ¿Y tú, Potter? Lindo vestido.

-Si. Mi hermano y yo decidimos renovar nuestro armario completo-sonreí-. Yo quise quemar toda nuestra ropa pero Harry se quejó de la contaminación que provoca el humo y bla bla bla.

-¿Ya se conocían?-Parkinson nos sonrió.

La miré confundida. Nunca antes había hablado de manera tan amable conmigo, muchos menos de forma voluntaria.