Back To December | Julian Alvarez

02 "I swear I don't love the drama, it loves me"

2021

"I swear I don't love the drama,
it loves me"

Cansada, cansada, cansada.

Así se encontraba Catalina.

¡Por dios! ¡Hacía dos días ella no era nadie más que una estudiante a punto de recibirse! Y ahora tenía a la prensa argentina atrás de ella, buscando una nota, palabras que pudieran modificar, lo que sea les venía bien.

Había puesto en privado todas sus cuentas, había bloqueado gente y había cerrado Twitter después de que "La novia de Julian es cornuda" se haya hecho trending topic.

Suficiente tenía ella con el quilombo que era su vida en esos momentos como para ir a soportar a la gente.

Buscó rápido su ropa, sus cremas, su toalla favorita, llenó la bañera de agua bien caliente y puso esencias en ella. De alguna forma había que sacar el estrés, y nada mejor que un buen baño con música de Taylor de fondo.

Su cabeza estaba hecha un lío, su corazón hecho pedazos y todavía tenía que ver como sacar su ropa y sus cosas de la casa de Julian.
Antes de que ella lo notará estaba llorando como no podía haber hecho antes. Había viajado con él, desde el partido cero que había viajado con él, suspendió la universidad y fue porque sabía cuánto le gustaba a Julian que ella estuviera en los partidos, le decía que era su amuleto de la suerte si llegaba a jugar.

Una pelotuda, eso es lo que fue porque ahora tenía materias que recusar solo para volver a la argentina siendo la mayor cornuda del momento.

Cuando los dedos de sus pies y de sus manos ya parecían pasas de uva, decidió que era momento de salir y ahogar sus penas con un buen vino blanco, porque odiaba el tinto, no era tan adulta para tomar vino tinto todavía.

Las horas pasaron y la botella quedó cada vez más vacía, cuando sonó su celular.

— ¿ Hola?

— Más te vale no estar tomando nada, sino le voy a decir a papá…

Rodó los ojos porque conocía bien esa voz.

— Hola Enzito… ¿Ya no preguntas cómo anda la cornuda de tu hermana?

Enzo suspiró del otro lado de la línea. Su hermana no estaba bien, y no hablaba solamente del pedo que seguro que tenía, sino le preocupaba el hecho de que había pasado un mes y Catalina todavía no salía de su casa desde que se encerró después de llegar.

No hablaba con nadie. Lo sabía porque le había preguntado a sus amigas.

No comía. También lo sabía porque ese mes Catalina no había hecho la compra que compartía con sus papas, les había consultado a ellos.

No estaba yendo a estudiar. Lo sabía porque bueno, había llamado a la facultad solo para asegurarse.

Catalina se la pasaba encerrada en su casa, escuchando música, probablemente escribiendo lo mierda que se sentía y consumiendo litros y litros de vino blanco.

— No estas bien, Cata… Por favor déjame ayudarte…

— No necesito ayuda, Enzo, por dios, solo estoy un poco depre, solo por no querer salir de joda ni significa que esté mal.

— Cata, no estas saliendo de tu casa — recriminó el mayor — Por favor, tengo miedo de que te pase algo, déjame que te ayude como sea.

Enzo solo fue capaz de escuchar un sollozo.