Back To December | Julian Alvarez

extra i.

Abril 2023, Manchester

Cata odiaba muchas cosas, no era odiadora compulsiva pero sí que había cosas que simplemente su mente no podía amar, como por ejemplo los mosquitos, las discusiones, tener que perder contra Enzo en el truco, que Emiliano le diga enana siendo que el es un poste de luz y sobretodo, el frío de Manchester. Odiaba ese frío húmedo que había todo el tiempo.

"Menos mal que el bebe va a nacer para cuando haga calor" Pensaba.

Ya estaban en abril, y la pelirroja estaba a unas dos semanas de abandonar su tercer mes. Julian estaba hecho un loco porque ahora había un "bultito chiquito" al que hablarle para seguir convenciendo al bebé para que sea nena, eso decía el.

— ¡Buen día a mis dos princesas!

Y hablando de Roma. Eran las seis de la mañana, Cata estaba envuelta en una bata polar, estaban saliendo del invierno pero ella tenía frío igual.

Se levantaban a esa hora cuando había partido, como era el caso de hoy. Julian siempre se iba temprano y aprovechaban el rato que tenían juntos para desayunar o lo que fuera, porque sabía que el cordobés no iba a poder estar todo el día junto a ella.

Adaptarse a Manchester fue bastante más fácil de lo pensado. Julian no escatimó gastos en la hora de la mudanza con tal de dejar a Cata cómoda, básicamente no tuvo que hacer nada, y después de conseguir quien siguiera su embarazo y fuera de confianza, lo demás se fue acomodando solo.
Tuvo que posponer su carrera… estar en una cocina llena de artefactos peligrosos y con demasiadas mezclas y olores no lo mejor para una joven embarazada en aquel momento, pero teniendo la mitad de la carrera hecho Cata ya tenía un título y eso la alegraba, porque había conseguido un puesto como cocinera jefe en el club donde su actual novio jugaba (no era lo que ella quería, y estaba segura que Julian había hablado, pero por algo se empezaba).

— Juli, va a ser nene si así — retó la pelirroja.

Sacó las medialunas de hojaldre que había dejado en el horno para que las comieran calentitas junto con el mate que había preparado.

Otra cosa que a ninguno le gustaba de Manchester, conseguir facturas era casi imposible, nada tan rico como las facturas argentinas y Julian daba gracias a dios que su futura esposa fuera chef.

— Va a ser nena — siguió el cordobés, dejando un beso rápido en los labios de la chica para después robar una factura mientras llevaban el mate y lo que iban a comer al living — Siempre sueño con que es nena.

— Por ahí porque es un deseo más que un sueño.

— Igual, quiero que sea nena — negó el cordobés — Así que si no es en este será en el próximo.

Catalina abrió sus ojos de manera exagerada al escucharlo, y Julian sonrió con falsa inocencia.

— Vo' dijiste que querías tres, bueno vamos a hacer tres — se defendió.

— ¡Todavía no parí el primero Julian!

— No importa… ya llegará el segundo.

Y así fue su desayuno. Discutiendo por el género de su bebé y si en realidad iban a tener tres hijos o no. Julian se fue a empezar la concentración de su grupo y Cata se iba a quedar un rato más porque ese día no le tocaba ir a las cocinas, iba a ir solo al partido.