Cap.5 ( Malentendidos )

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MALENTENDIDOS

Hades ( Kalum ) :

Estoy viendo mis anotaciones e informes pendientes .

Los reyes de las sirenas acaban de irse y me han propuesto algo interesante, debía hablarlo con Ceren claro está.

Seguí viendo los papeles hasta que unos toques en la puerta interrumpieron mis pensamientos.

Seguro era Ceren, Thanatos me dijo que tan solo llegó de el bosque encantado, se fue a dormir, ese no era el plan pero tampoco iba a ser tan malo.

— Adelante.

Fue mi respuesta, no alcé mi vista en ningún momento y empecé a buscar un par de cosas.

— Mi rey.

Espera, esa no era la voz de mi reina.

Busqué la voz y me encontré con Laylah viéndome risueña.

— No teníamos una reunión hoy Laylah — Corte.

Ella asintió insegura.

— Lo sé pero tenia nueva información — Me dijo e hizo que enarcara una ceja.

— ¿Que esperas para hablar? — Le pregunté poniéndome de pie atento a lo que diría.

Me recosté de mi escritorio y crucé mis brazos sobre mi pecho .

— Sí existe una medicina para la pérdida de memoria — Informó y mi corazón quiso saltar de alegría, sin embargo me mantuve igual.

>> Lo malo es que solo sirve para las Hadas y ustedes no lo son — Y así de rápido acabo con mi ilusión.

No tendremos a la reina de vuelta
          No nos recuerda       matala
Incendia el lugar      haz que te recuerde
     Obligala a decirte algo    
                           muerte al traidor

Apreté los labios disgustado.

— Si no tienes más que decir, te largas — Hablé sonando más brusco de lo que esperaba.

Fui hacia la pequeña biblioteca que tenia y quise buscar un libro pero al sentir un toque en mi hombro me volteé.

Laylah estaba sonriente y luego me acercó a ella y beso bruscamente.

Quedé impresionado, no me jodas, otra loca más no por favor.

Reaccione apartandola cuando vi a Ceren en la puerta.

Maldición.

Iba a decirle algo cuando ella cerró y se fue.

Me volví hacia Laylah quien veía todo asustada.

Matala     Matala    Matala    Matala
     Matala       Matala     Matala

Si no tuviera tratos con la reina la estuviera asfixiando ahora mismo.

— ¿Quien te crees para tocarme sin mi permiso? — Inqueri mordaz.

— Perdón rey, es que usted de verdad me gusta mucho y escuché un rumor sobre que no era nada de la reina y sólo quería saber si me correspondía — Se justificó.

— Me podrías preguntar, ahora lárgate, no te quiero ver más, buscaré a alguien que si me ayude y no se termine enamorando sola — Sabía que estaba siendo cruel pero ella acababa de arruinar lo poco que había avanzado con Ceren.

La Reina de Luz (Terror Resplandeciente) [ 2 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora