La Reina de Luz (Terror Resplandeciente) [ 2 ]

Cap.16 ( Rotura )

ROTURA

Perséfone ( Ceren ) :

Propine un fuerte golpe en la cabeza mientras le partía los brazos a otro.

Me agaché evitando el golpe que venía hacia mí y arranqué la cabeza del vampiro .

Respiré agitada y vi como los seis cuerpos caían rendidos a mis pies.

O muertos, ya me entienden.

Seguí caminando por los pasillos y vi rastros de sangre y restos de cuerpos, había varios peleando entre sí pero los esquive buscando la habitación de Lucca.

Ese niño era lo único que tenía y que se podía acercar a ser mi hermano.

Entré a la parte del castillo donde se hospedaba lucca y vi como esta tenía una niebla de humo negro en todo el pasillo.

Tosi levemente porque el gas era letal y temí por el niño.

Joder, tenía que apurarme.

Me habían dicho que había aprendido a manejar sus poderes pero estos no lo salvarían de esta niebla.

Abrí puerta por puerta buscando que el humo se dispersara y sin tener grandes cambios.

Agudice mi oído cuando escuché un sonido de algo cayéndose más allá.

Corrí y me fijé de que era la habitación de Lucca, entré y vi como había casi veinte personas en el piso muertas.

Ni me preocupe en ver quienes o que eran y sigo entrando más a la habitación.

Casi respiro aliviada cuando Lucca aparece tosiendo y con el rostro rojo.

Carajo.

Lo alzo en brazos y salgo de ahí lo más rápido posible y siento como el niño trata de formular una oración sin lograrlo.

Cuando aparezco cerca del pasillo donde Hades tiene su oficina me encargo de revisar a lucca, lo examiné nerviosa y el me veía con algo de sueño y diversión.

Cuando confirme que estaba sano tome su rostro entre mis manos y lo hice verme.

— Maldición lucca ¿Que pasó allá dentro? — Pregunté tratando de ocultar el miedo que tenia a no encontrarlo bien.

El hizo un puchero que se me hizo adorable y casi suspiré de ternura.

— Perdón Ceren, es que los malos venían a mi habitación y quise intentar el hechizo que me enseñó Hades.

Abrí mi boca anonadada al escuchar lo que me decía Lucca.

¿El había causado esa niebla?

— ¿Fuiste tú? — Pregunté asombrada.

El jugueteo con sus dedos nervioso y asintió.

— Fui yo, el hechizo se me salió de control y casi me ahogue hasta que hice una capa protectora que se rompió cuando tu apareciste, gracias Ceren — Confesó para luego tirarse a mis brazos y esconder su cara en mi cuello.

— Gracias, gracias, gracias, prometo no utilizar más magia peligrosa sin permiso — Seguía balbuceando cosas que por suerte entendía y suspiré.

Lo separé de mi haciéndolo enfrentarme y vi como sus ojitos se encontraban rojos y sus mejillas mojadas.

— Ey no llores, todos cometemos errores, algunos más graves que otros pero al menos fuiste lo suficientemente inteligente para escudarte con la capa protectora, si, fallaste pero también supiste arreglarlo, ánimo, pronto serás el mejor en la magia — Le anime y el sonrió más positivo.