La Reina de Luz (Terror Resplandeciente) [ 2 ]

Cap.18 ( Asag )

ASAG

Perséfone ( Ceren ) :

Me desperté al sentir como Hades dejaba varios besos en mi rostro y sonreí.

Los besos bajaron a mi mandíbula y luego a mi cuello haciéndome jadear bajo.

— Hades — Susurré abriendo mis ojos y sus orbes heterocromicos me recibieron.

— Hola amor, ¿Como dormiste? — Pregunta sin dejar de besar mi cuello y hombro.

— Mhumm bien — Contesté dejándome llevar por sus caricias.

— Tengo hambre ¿Sabes que me apetece? — Su pregunta me hace fruncir el ceño.

Niego confundida y el sonríe ladino.

— Abre las piernas Amor — Ordena y sin siquiera pensármelo dos veces las abro .

Hades se posiciona entre ellas y justo cuando iba a meter su rostro en toda mi intimidad la puerta es tocada con desesperación.

Yo río bajo y Hades maldice molesto separándose con rabia.

— ¿Quien coño es? No dije que no quería interrupciones — Suelta irritado.

La voz de una de las sirvientas de la cocina se escucha por detrás de la puerta.

— Per-d-don S-s-señor, pero es que el pequeño Lucca ha entrado a la cocina exigiendo un platillo que no hay, luego se enfureció y se ha puesto a hacer hechizos en el comedor — Avisa haciéndome carcajear y sacarle una pequeña sonrisa a Hades que ocultó rápidamente.

— Ese jodido niño — Masculla por lo bajo haciendo que le diera un golpe en el pecho.

— ¡Oye! cualquiera haría berrinche si no le dan lo que quiere — Lo justificó y el espécimen frente a mí entrecierra los ojos fastidiado.

— Yo quería desayunarme tu coño y me fue imposible, también puedo hacer berrinche entonces, más bien ahora mismo me levantaré de la cama y mataré a todos los que se me acerquen y le proclamare la guerra al cielo y manipulare a un par de demonios, ¿Suena como berrinche? — Pregunta irónico a lo que yo volteo los ojos.

— Que gracioso te levantaste — Murmuro y el me apreta contra si y deja un casto beso en mi frente.

— Quería tener sexo de despedida con mi linda y hermosa reina ¿Es acaso eso un pecado? — Inquiere hundiendo su rostro en mi cabello.

— No lo es, pero ya hemos tenido bastante sexo a mi parecer, creo que lo soportaras — Digo divertida y el gruñe tirándose a la cama.

Lo veo evitando las ganas de soltar una risita por sus actitudes tan infantiles y me pongo de pie tomando mi albornoz y saliendo de la habitación en busca de Lucca.

— Ya bajo amor — Escucho decir a Hades y hago un sonido de aceptación.

Me voy sujetando el cabello en un chongo alto y bajo hacia la cocina.

Veo que a pesar de que son las siete de la mañana ya hay mucho movimiento en el castillo, soldados, ilotas, sirvientes y uno que otro miembro del consejo me pasan por el lado pero sin atreverse a mirarme a la cara, ordenes de hades probablemente. Aunque lo tengo que agradecer, lo que menos quiero es tener miles de ojos en mí cuando vengo recién levantada, sin nada de maquillaje y cero arreglada.

Suspiro y cuando llego a la cocina veo que el gran comedor que casi no utilizamos esta muy bien acomodado, con platos, servilletas, copas y varios tipos de vino, también hay huevos, tocino, pan y mermelada, hotcakes, avena cocida y cereales con leche. Más allá hay varias frutas y unos panecillos bien decorados.