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Ao'nung se sorprendió bastante a sí mismo cuando al despertar, seguía en el bosque con Neteyam estando entre sus brazos y desnudo, al igual que él.
Sus mejillas se coloraron mientras el sueño se disipada y recordaba lo que había hecho. Había perdido el control de sus impulsos por completo.
— Net — llamó por lo bajo, incorporándose un poco para verle el rostro. Pues, Neteyam le estaba dando la espalda.
Confirmo que este estaba despierto cuando se removió, girandose a verlo con una expresión bastante tranquila y nula, mirándole a los ojos.
Le costó analizarlo durante un rato en silencio para entender que algo le pasaba por la cabecita y por eso le miraba así de indiferente.
— Oye, ¿estas molesto? — preguntó con sospecha, mientras que Neteyam tan solo respondía con volver a su antigua posición, dándole la espalda — no me digas que sigues molesto por esa chica — opino curioso y tomándole por el brazo para tratar de hacer que se volteara, pero este se encogió en sí mismo impidiendoselo.
— no estoy molesto — contestó hablando bajo, notándose en sus orejitas que estaba rojo — y deja de hablar de ella — pidió con un tono calmado, pero que le sonaba a otra cosa.
¿Neteyam estaba reprimiendo sus emociones frente a él después de esa noche que tuvieron?
Puso una expresión sería mientras pensaba en que hacer para que lo mirará y dejara de hacer eso, hasta que se le ocurrió acercarse y lamerlo tras su oreja, divertido.
Todo el cuerpo de su gatito se herizo en un espasmo, antes de que se cubriera la oreja con rapidez y se sentará abruptamente, por fin mirándole y destellando sorpresa y vergüenza.
Ao'nung empezó a reír ante su linda reacción, disculpándose y abrazandole por el torso para tumbarlo a su lado de nuevo, feliz.
— no hagas esas cosas — balbuceo su chico con voz nerviosa, dejándose hacer por él. Como le encantaba hacerlo sonrojar.
— quien pensaría que mi gatito sería un celoso posesivo — canturreo cambiando el tema. Por supuesto que no iba a dejar de molestarlo y provocarle nervios.
Era de sus actividades favoritas.
— ¡no lo soy! — grito, escuchandose como chillaba al hacerlo y provocándole más de una carcajada — no es gracioso — se quejó tratando de moverlo o empujarlo, pero Ao'nung no se movió.
Al menos, no hasta que escucho como se quejaba de dolor.
— ¿que ocurre? — preguntó apartándose para mirarlo, algo preocupado por esa mueca de dolor que traía.
Neteyam se sentó lentamente cubriéndose su intimidad con la cola y las piernas, ruborizandose mucho y confundiendolo.
Se quedó un ratito esperando a que respondiera, pero no decía nada.
— Neteyam- — nombró antes de que este le interrumpiera, agachando la cabeza para que no le viera su cara roja.
— me duelen las caderas — murmuró en seco, haciendo que se callara.
Otra vez, silencio
Tan solo pudo responder llevándose ambas manos a la cara para cubrirse boca y nariz, respirando hondo y sonrojado.
Se sintió culpable porque en su mente, eso habia sido adorable y en vez de preocuparle, le causaba gracia.
Se dispuso a ponerse de pie y cubrirse la desnudez, antes de ayudar al otro a levantarse y cubrirse también. Cosa ligeramente difícil, ya que se estaba conteniendo su sonrisa porque las piernas ajenas no dejaban de temblar.
Tendría que rezarle mucho a Eywa después para expiar sus pecaminoso pensamientos.
— te llevaré a casa — le propuso dandole la espalda para que subiera, tratando de permanecer sereno.
Tardó un rato y el otro no se movió ni lo toco, llamando su atención.
— tienes rasguños en la espalda — dijo de repente Neteyam, confundiendolo y provocando que tratara inútilmente de verse la espalda.
Trato de hacer memoria de como se pudo haber rasguñado, hasta que le paso por la mente lo ocurrido por la noche y recordando, que fue el mismo Neteyam quien lo araño.
— ¿te digo como me los hice o prefieres subir a mi espalda e irnos? — preguntó para mirarlo de reojo con una sonrisita divertida, haciendo al otro sonrojar otra vez.
Esa reacción era suficiente para decir que este también lo había recordado.
Neteyam se subió a su espalda y dejó que lo cargará, afirmando el agarre en los muslos de este para que no se le cayera.
Era jodidamente ligero, demasiado ligero.
Empezó a caminar hacia la salida del bosque, permaneciendo ambos en silencio mientras avanzaba, viendo la aldea.
— ...oye, bebé — murmuró recordando algo, distraído mientras caminaba, Neteyam le mostro que le prestaba atencion al apoyar su barbilla en su hombro — la otra noche tenía algo que preguntarte. Ya sabes, antes de que te pusieras celoso y posesivo — prosiguió con una sonrisa, buscando picarle con eso.
— nunca vas a olvidarlo, ¿verdad? — se quejó Neteyam, a lo que él canturreo un "no" bastante alegre — ¿que me ibas a preguntar? — cuestionó después, tratando de sacar el tema lo mas rápido posible.
— ¿Quieres ser mi novio? — preguntó con una sonrisa, esperando una respuesta que llegó casi inmediatamente haciéndole parar en seco.
— no — dijo, firme y provocándole algo de pánico y que le mirará en su hombro. ¡¿Como que no?!.
Cuando noto su sonrisita supo que sólo quería molestarlo devuelta, haciendo que frunciera el ceño y se avergonzara antes de seguir caminando hacia la casa de este perdiendo parte de su buen humor.
— te odio — se quejó, haciéndolo reír. Era la peor mentira que había dicho en su vida.
— yo también te amo, pececito — contestó rodeandole por el cuello con cariño, besandole la mejilla.
Ao'nung no pudo evitar sonreír en respuesta ante eso, sintiendo el leve agitamiento de aire que causaba la colita de su novio a sus espaldas, balanceándose de un lado a otro seguramente feliz.
Realmente no sabía que haría en la vida si Neteyam no estuviera a su lado, después de haberlo conocido.
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🌱🍂 Hijo de Omega 🍂🌱
Fanfiction《Omatikaya》 Ellos eran diferentes a los metkayina. Colas pequeñas, delgados, de tonos azules que tocaban al cielo nocturno, pertenecientes de bosque y no de mar. Hijos de tierra, como los llamarían algunos pertenecientes a los mares. Una familia...