Final.

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Al despertar observó a su alrededor, era extraño, no era la habitación en la que dormía junto con Tweek. – ¿Qué demonios hago en la casa de mis padres? – Era demasiado raro, ¿acaso tuvo un mal sueño? Porque todo era muy confuso.
En cuanto se levantó de la cama sintió un gran mareo, aun así siguió caminando para poder encontrar respuestas.
Al bajar las escaleras y llegar a la cocina se encontró con Tricia.

CRAIG. – Tricia, ¿qué mierda estoy haciendo aquí? ¿Dónde está Tweek? – Dice sobándose la cabeza.

TRICIA. – Al escuchar las palabras de su hermano se acercó a este sorprendida. – ¿Sabes quién es Tweek?

CRAIG. – ¡¿...?! Que mierda, claro que se quién es, por que preguntas tonterías.

TRICIA. – Craig, ¿no recuerdas lo del accidente?

CRAIG. – ¿Accidente? – se queda pensando por unos segundos hasta que todo se vuelve más claro en su cabeza. – ... Mierda, ¿Cuánto tiempo he estado así?

TRICIA. – Más de un mes. Tu brazo ya sano, así que ya te quitaron el yeso.

CRAIG. – Tsk. – Comienza a caminar hacia la puerta de salida.

TRICIA. – ¿A dónde vas? – Pregunta preocupada.

CRAIG. – Tweek, debe estar muy preocupado, debo irme.

TRICIA. – ¡Espera! todos hemos estado preocupados por ti. Estoy feliz de que estés bien... – Siente como su hermano la envuelve con sus brazos.

CRAIG. – Tris, lo siento por haberte preocupado tanto todo este tiempo, eres una gran hermana. Gracias.

TRICIA. – Esta corresponde el abrazo de su hermano. – Quiero decirte algo.

CRAIG. – Claro, dime. – Dice soltándose del abrazo y escuchando atento.

TRICIA. – Por lo menos ponte zapatos, ¿de verdad piensas irte descalzo?

CRAIG. – Jaja tienes razón. – Este subió corriendo a la habitación, se puso los zapatos, cargaba ropa deportiva así que realmente no le importaba mucho verse bien, simplemente quería ver a Tweek, al bajar y salir de la casa observa como Tricia lo esperaba dentro de un auto. – ¿Qué haces?

TRICIA. – ¿Qué no es obvio? Te llevaré.

CRAIG. – ¿Sabes conducir?

TRICIA. – Claro que sé. Con mi trabajo pude comprarme este auto. Es genial verdad.

CRAIG. – Lo es.

TRICIA. – Bien, súbete.

Los dos emprendieron el viaje hacia la pastelería, eran las 10 AM de un día domingo así que era de esperarse que Tweek estuviera ahí.
Al llegar Craig baja del auto y corre hacia la pastelería, al entrar observa a su alrededor habían varias personas pero no veía a Tweek por ningún lado, así que se dirigió a la cocina, al entrar efectivamente ahí estaba el chico rubio.

CRAIG. – Tweek. – Grita al verlo.

TWEEK. – ¡Haaa! ¿Craig? – Se sorprende al verlo. Era extraño, ¿qué hacía por aquí?

CRAIG. – Se acerca a Tweek y lo envuelve entre sus brazos. – Lo siento cariño, siento haberte dejado sólo todo este tiempo, por haberte olvidado, soy un idiota.

TWEEK. – Al escuchar esas palabras quedó sorprendido, pero realmente feliz, efectivamente Craig estaba de vuelta, así que le corresponde el abrazo. – Maldito bastardo... Es-estuve tan asustado cuando me enteré del accidente, verte en esa cama de hospital casi me mata y luego de repente te olvidas de mi... Ngh... – Lágrimas recorrían el rostro del rubio.

InolvidableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora