Difícil

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El tiempo ha pasado y muchas cosas son diferentes ahora.

Clyde y Bebe se casaron al poco tiempo de comprometerse, en un lugar muy hermoso, con luces que iluminaba cada rincón del lugar, mesas con manteles blancos y una hermosa puesta de sol.
Después de unos meses nació su pequeña niña de cabello castaño la cual nombraron como Lili.

Nicole decidió darle una oportunidad a Tolkien, al principio fue complicada su relación, tanto con él como con los demás. Pero con el paso del tiempo descubrió que eran buenas personas. Ya que a pesar de todo nunca la hicieron de menos, es más también fue invitada a la boda de Clyde y Bebe. En la cual se divirtió mucho junto con sus ahora amigos.

Tweek por su lado empezó a hablar con sus padres más seguido, aunque no pareciera mucho era un gran avance.

Después de pensarlo muy bien decidió ir a South Park, le era difícil imaginarse estar en un lugar donde se la paso tan mal, pero sabía que tenía que detener el negocio que tenían sus padres, por el bien de las demás personas, no quería que nadie más pase por lo mismo que paso él.


                                  🐷



Craig y Tweek se encontraban rumbo a la cafetería en un taxi.

TWEEK. – Ngh. – Se encontraba viendo a través de la ventana las calles nevadas de South Park.

CRAIG. – ¿Estas bien?

TWEEK. – ¿Cómo es posible que este lugar se vea igual que la última vez que estuve aquí?, ¿es posible que algo no cambie?

CRAIG. – Pensé lo mismo cuando regresé por primera vez a este lugar.

TWEEK. – Solo espero que no nos topemos con nada raro.

CRAIG. – ¿Como los Gnomos?

TWEEK. – Ugh. Ni los menciones, jaja.

El taxi se detuvo frente a la cafetería a la cual se dirigían, los dos bajaron del auto, después de pagarle al conductor.

CRAIG. – Observó como el rubio empezaba a parecer ansioso, así que lo tomo de la mano y le dio una cálida sonrisa. – ¿Estás listo?

TWEEK. – Sí, lo estoy.

CRAIG. – Entonces, vamos. – Comienza a caminar hacia la cafetería.

TWEEK. – No. lo haré solo. – Dice deteniéndolo.

CRAIG. – ¿Seguro? – Ve el rostro determinado del rubio. – Entonces, te estaré esperando.

TWEEK. – Gracias. – Le da un pequeño beso y camina hacia la cafetería. Su cuerpo empezó a temblar y sentía ganas de vomitar, pero no se echaría para atrás, tenía un objetivo claro. Detener lo turbio de esta cafetería y abrirles los ojos a sus padres sobre lo horrible de esto. Exhalo todo su temor en un respiro, empujo la puerta y entro.

Sus ojos se posaron en una mujer castaña de pelo corto quien sostenía una bandeja en sus manos, al ver al rubio soltó esta cayendo al suelo quebrándose.

Al escuchar el ruido el hombre castaño, sale de la cocina.

RICHARD. – Cariño, ¿Qué pasa?

HELEN. – Tweek, hijo. – Dice con ojos llorosos, quedándose estática sin poder creer lo que veía.

TWEEK. – Se dirige a una mesa y se sienta. – Una taza de café, por favor.

Los dos padres se quedan sorprendidos al escuchar la petición de su hijo. Sin embargo, Richard se dirige la cocina a prepararlo, mientras que Helen se queda en silencio observando a su hijo, sin si quiera acercarse.

InolvidableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora