.•○Capítulo II○•.

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El latino ya había acabado la mayoría del papeleo de aquellas armas, por lo que solo se las envió a su jefe y después de encargó de no dejar ninguna evidencia.

Aunque siendo sincero, aquel suceso le estaba dejando buena paga, solo se preguntaba de dónde diablos había conseguido todas esas armas...

...

Los siguientes días, Alemania se dedicó a localizar el lugar donde se quedaba el individuo, al menos ya tenía unos lugares cercanos por los cuales inspeccionar y ver si se dignaba a aparecer.

Estuvo caminando por aquellas calles un buen rato pero nada, no había rastro de la persona que buscaba...

Mientras tanto, el chileno notó que se estaba agotando la comida de su alacena, por lo que solo salió para caminar hacia el supermercado, como quedaba cerca no necesitaría el vehículo y no tenía problema en cargar bolsas.

Al terminar sus compras, solo empezó a caminar de regreso en pleno silencio.

Alemania

Esto tardaba bastante, estuve recorriendo varias calles, pero cada persona que pasaba no coincidía con el tipo que buscaba...

(Se supone que vive por aquí, tendría que salir el algún momento...)

Cuando estaba decidido a irme, alguien pasó caminando junto a mí, cargando varias bolsas...

Solo le miré un momento y luego la foto...

(¿Será él?...)

Comencé a seguirlo a una distancia prudente, notando que sí era el tipo que buscaba.

A medida que caminábamos, las calles empezaban a ser más desoladas, por lo que sólo me dispuse a acercarme y tocar su hombro.

¿Mm disculpe? ¿Qué se le ofrece?—preguntó el chileno una vez se volteó al sentir un toque en su hombro.

(Guten Tag, entschuldigen Sie die Unannehmlichkeiten, aber ich habe mich gefragt, ob Sie wissen, wie man hier in der Nähe zu einem Supermarkt kommt...die Wahrheit ist, ich bin ziemlich kompliziert, wenn es um den Standort geht.) Buenas tardes, disculpe la molestia pero, me preguntaba si usted sabía llegar a un supermercado cerca de aquí...la verdad, estoy bastante complicado en el tema de la ubicación.—dijo el alemán tratando de sonar inseguro respecto a lo que decía.

— Claro amigo, a unas cuadras más a la izquierda, verás uno, de hecho de ahí vengo mjmj...—respondió el chileno.

(Uhm, vielen Dank Freund, schönen Abend noch.) Uhm, muchas gracias amigo, que tenga buena tarde...—solo le dió un pequeño *pat pat* en su hombro para luego alejarse.

Lo que el chileno no notó, fue que en cuanto lo tocó, estaba puesto el rastreador...

(Lo tengo...)

Pensó el alemán. Este solo caminó hacia donde el chileno le indicó para luego irse, debía mantener un perfil bajo.

Ya cuando perdió al peliazul de vista, se regresó a su auto para seguir el rastreador hasta que se detuvo en un lugar, al parecer en su departamento, por lo que anotó el lugar y se devolvió a su hogar, ya había sido suficiente por hoy.

Ahora sólo le quedaba pensar en un buen plan para traerlo.

Mientras el chileno se retiraba en silencio como si nada a su hogar para ordenar lo que había comprado.

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