⇝✞Fuego cruzado✞⇜✔︎

.•○Capítulo XLVIII○•.

Ale solo se mantuvo quieto para luego intentar llegar hasta el chileno.

Le costaba un poco el avanzar debido a que esta vez la descarga fue en su pecho...

Y el respirar se le hacia difícil por el bozal...

El chileno salió de su trance al escuchar un quejido, se dió cuenta que no estaba el vidrio, y Ale se intentaba acercar.

Con algo de esfuerzo, se acercó a este para abrazarlo y recostarlo en sus piernas...

Mientras sus lágrimas seguían bajando...

Su contrario sentía demasiado dolor en el pecho, pero aquel dolor se le vio interrumpido ya que sintió unas gotas caer por sus mejillas.

Miró rápidamente hacia arriba viendo como el chileno se encontraba llorando.

Sin importar que tanto le doliera, se sentó a su lado para solo tomar sus mejillas.

— (was ist passiert? Was haben Sie dir angetan?) ¿Q-qué ocurrió? ¿Qué te hicieron?—dijo algo preocupado.

Chile solo llevó la mano del alemán hacia su nuca para que tocara la zona donde su cabello había sido cortado...

— M-mi representación del mar...la cual cuidé por más de ¡100 malditos años s-se fue a la basura! *snif*—exclamó rompiendo en llanto mientras lo abrazaba e intentaba recostarlo en su pecho, era consciente que estaba sintiendo dolor también.

Ale al escuchar aquello, solo lo abrazó con cuidado puesto a que ya le había ubicado en su pecho.

Levantó la cabeza para ubicarla en su hombro para seguido acercarlo un poco más.

(Todo es mi culpa...si no hubiese sido tan, descuidado...Debí de cuidarlo... debí... simplemente alejarme ese día en el que me propuso una amistad...)

Pensaba adolorido...

— (Es tut mir wirklich leid...) Realmente lo siento...

Realmente...se sentía mal por todo esto, pero...al menos lo tenia a él.

Mientras intentaba el dormir sintió caricias en su cabeza.

Abrió lentamente sus ojos para verlo y luego a su alrededor. Procuró que las cámaras no los vieran y de manera tierna proporcionó pequeños besos en sus mejillas.

— (Guten natch) Buenas noches...—dijo una vez alejado de él.

— Descansa...—dijo acurrucandose junto a este para guardar calor.

En cuestión de minutos, ambos cayeron rendidos ante el cansancio...

Este solo era él inicio...

(...)

Los días fueron pasando, hasta completar una semana completa de captura para los protagonistas, mientras que uno solo seguía respondiendo con la verdad, el otro era parte de un juego, siendo un muñeco.

Han sido bastante sofocantes, y...creo que hablo por los dos, ya que...mientras que Chile sufría por los golpes...Ale sufría por la rutina diaria de descargas eléctricas.

¿Se preguntarán por qué?

Pues... era para mantenerle débil antes cualquier situación...

No les gustaba pasar tirados en el suelo.

Nuevamente estaban separados por el vidrio.

Y...bueno...obligatoriamente el alemán debía de tener el bozal.

Se le dificultaba un poco el respirar... así que...intentaba mantenerse relajado.

El chileno había tomado un odio a muerte hacia el inglés, al punto de ni verlo a la cara aunque este se lo ordene.

Aún no sabían cuando se irán, pero algo les decía...que no sería pronto.

En eso, las luces se encendieron por completo, ya habían llegado.

El británico solo llegó son una sonrisa arrogante como siempre, y los nórdicos atrás de el, sin expresión alguna.

En lo que UK se acercaba a Ale una vez subieron el vidrio, los nórdicos se acercaron al chileno, al momento de tocarlo, este no reaccionó de un salto como antes.

(¿Acaso... sigue dormido?)

Tenía pulso pero...

Cuando UK llegó junto al alemán, lo movió un poco con el pie a lo que este solo se sacudió pero...no emitió ni un sonido, lo único que podía ver era como su cabello se movía junto a si cuerpo.

Se agachó a su altura para moverle nuevamente, esta vez si respondió ya que lentamente levantó su cabeza.

No pudo ni sostenerla un segundo en el aire ya que... apenas le miró volvió a agacharla chocando con el piso.

— ...

Realmente se parecía a su padre, en las misma condiciones cuando acabaron con su gente...

— (Leave them for today, they are almost dead...) Déjenlos por hoy, están casi muertos...—dijo levantándose para salir de la habitación, a lo que los nórdicos lo miraron confundidos.

— (Feed them...same portion for each.) Denles de comer...misma porción para cada uno.—se retiró.

Finalmente todos se fueron, y a diferencia de los otros días... dejaron las luces bajas encendidas.

Y... el vidrio estaba arriba...

— N-nhg...—lentamente se arrastró a donde estaba el chileno...

No podía quedarse ahí sin hacer nada...

(Va-vamos...)

Al estar un poco cerca, estiró su brazo para tocarle a lo que...no respondió.

— Ne-nein...—finalmente llegó a su lado...lo único que hizo fue el colocarse a su lado...

Estaba agotado y...el hecho de ver a Chile asi...le mantenía nervioso.

— C-chile...—repetía su nombre una y otra vez...

Este solo fue reaccionando poco a poco para luego apretar su mano.

— H-hoy nos salvamos...—pronunció sin abrir los ojos, no podía.

Al escuchar su voz, se tranquilizó un poco, y solo se acercó un poco más a este.

— (Rede nicht...ruhe dich aus, okay? Sie könnten...zuhören...) N-no hables...descansa, ¿si? Pueden...estar es-escuchando...—dijo mientras se acomodaba junto a él.

— V-vamos a morir...¿No?—dijo abriendo un poco los ojos para verle.

A estas alturas ya se preguntaba si volvería a ver el sol...o sentir el aire fresco.

Este al escuchar aquello, solo lo miró sorprendido. No sabía que decir al respecto...

— ...

Bajó la mirada un segundo...era una probabilidad...

— (Nein...ich habe nicht so viele Jahre trainiert, um so zu sterben...) No...no entrené tantos años como para morir de esta manera...—dijo algo preocupado.

— (Nur...ihr müsst zusammen sein, okay?) Solo...hay que estar juntos, ¿si?

— Si...—solo se apegó a este para seguir descansando, aprovecharían que los dejaron en paz por hoy.

— Sabes que te quiero...¿Verdad?...—susurró para que solo este le oyera.

Cuando escuchó aquello solo se escondió en sus cabellos para contestar;

— (ich auch...) Yo también...

— (Du weißt nicht, wie viel ich mache) No sabes cuanto lo hago...—necesitaba...sacarlo de ahí, cueste lo que cueste...

Aquello fue lo último que pronunciaron, para volver a caer en el sueño por el agotamiento...dejando así que pasaran las horas. Y sin que lo notaran, estaba amaneciendo...

Como las noches eran heladas, lo que más disfrutaban era el poder abrazarse y acurrucarse entre ambos para guardar calor, porque además que eso...podían darse pequeños mimos y uno que otro beso a escondidas...