.•○Capítulo VI○•.

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El alemán al escuchar aquella propuesta, había quedado bastante extrañado...

(Bist du...Willst du meine Gesellschaft?) Estás...¿Quieres mi compañía?—lo miró de forma rara.

(Bist du sicher, dass du dich an mich erinnerst?) ¿Estás seguro que me recuerdas?—volvió a preguntar.

(Este tipo necesita un psiquiatra.)

Pensó este.

— Si, te recuerdo, pero ambos nos conocimos por circunstancias que ni queríamos, y que mejor que conocernos por una circunstancia más normal.—propuso alzando los hombros.

— Y no me veas así, ambos estamos enfermos en conclusión.—arrugó la nariz.

(Trotzdem vertraue ich dir nicht...aber nachdem du entschieden hast, mich nicht zu verraten, kann ich...dir eine Chance geben.) Aún, no confío en ti...pero después de que decidiste no delatarme, puedo... darte la oportunidad.—este algo extrañado solo se acercó, aún que sinceramente estaba dudando de esto.

— Como quieras, pero si piensas en que te voy a envenenar, revisa mi bolsa, solo son ingredientes, y ya te dije, soy nuevo en la cocina, literalmente no sé hacer eso.—dijo comenzando a caminar al departamento, mientras este lo seguía.

Subieron el ascensor y llegaron al piso indicado, al llegar a la puerta, solo lo dejó pasar.

— Puedes ponerte cómodo, lo digo por que vas a ayudarme, también aprenderás.—indicó caminando a la cocina.

Su contrario solo rió.

(Aha...derjenige, der dich gefüttert hat, wird lernen...) Aja... aprenderá el que te dio de comer...—se burló un poco.

Este algo dudoso dejó su abrigo en el perchero.

— ¡Me refiero a que aprenderás nuevas recetas! ¡No solo a hacer un sándwich!—gritó desde la cocina.

El chileno solo le entregó un delantal de mesero para comenzar.

— Bien, la primera receta que quiero probar, es el...¿ku-kuyen? Ku-chen, esa wea.—dijo con un papel en mano.

Su contrario solo reaccionó un poco al escuchar el nombre, sintiendo algo de orgullo por ser alemán. Conocía perfectamente aquella receta.

(Soll ich...etwas tun?) Debería...¿De hacer algo?—preguntó de brazos cruzados apoyado en el mostrador detrás de el chileno.

— Claro, ayudarme, si conoces la receta, podrías ir disiendo que se hace primero.—dijo este sacando del mueble los instrumentos que necesitarán.

(Nun...zuerst müssen Sie auswählen, was Sie wollen.) Bien...primero, debes escoger de qué lo quieres.—sonrió levemente.— (Das kann sein...Apfel, Marmelade, Pfirsich...) Puede ser...de manzana, mermelada, durazno...

Dijo dándole algunas ideas mientras este se mantenía agachado buscando los instrumentos.

— Uhmm manzana.—respondió levantandose ya con todo en mano.

— Muy bien, ¿Ahora qué sigue?...—preguntó.

Como era el chileno el que quería aprender hacer aquel postre, Ale solo le daba las instrucciones y este las seguía.

Aunque, se mantenía a una distancia bastante prolongada de él, y no solo por el hecho de tenerle un poco de desconfianza, si no que también por el hecho de darle espacio al cocinar.

Este avanzaba bastante rápido, no le sorprendería que lo aprendiera a cocinar de un día para el otro.

Pasaron los minutos y finalmente terminó la masa, solo faltaba que lo metiera al horno.

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