.•○Capítulo XLIV○•.

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Al momento en el que se sintieron unos pocos rayos de sol entrar en la habitación del alemán, este se levantó para seguido ir al baño para asearse de manera rápida, puesto a que...tenía visita...

Al salir de aquellas cuatro paredes, dejó la toalla que ocupó a un lado para finalmente ir a la habitación en donde se encontraba el polaco quien...al parecer...aún dormía...

Se acercó a este lentamente para despertarlo cosa que...no lo hizo de inmediato a lo que se preocupó.

(Polen...wach auf...) Polonia...despierta...—habló bajo.

(mm-m...Glin...?) mm-m... ¿Ale...?—volteó para verle a lo que solo dio un suspiró y le invitó a desayunar.

No tuvo más remedio que aceptar.

...

Al llegar la hora de retirarse... pensaba en irse solo pero este le detuvo y le ofreció llevarlo.

Solo aceptó...

Ya en su casa, se despidió de Ale de este en el auto para darle un último abrazo antes de separarme de él... y entró, pero lo que este no sabía...es que ya tenía lo que necesitaba...

O más o menos...

Aquellos días solo fueron pasando, hasta el momento, ambos protagonistas no se habían vuelto a ver luego de aquella última salida que tuvieron juntos, aunque de vez en cuando se llamaban.

El polaco había estado varios días investigando de distintas maneras, tenía la idea de ganarse al europeo sea como sea, no había forma de quitarle aquello de la cabeza.

(...)

Un día de estos, el alemán había llegado a su hogar tranquilamente, pero fue recibido por un ruido bastante bullicioso de sus vecinos...Al parecer sus vecinos habían decidido hacer una fiesta clandestina, molestandolo un poco, pues era más de preferencia al silencio...

Aunque quizá haya sido su suerte de que justo en ese momento, recibió una llamada del chileno, el cual lo llamaba para invitarlo a tomar once en su hogar...

Alemania no tardó en aceptar...

Después de todo, a parte de poder tener un lugar tranquilo, estaría con el chileno...

Este se arregló un poco para solo salir de su hogar, haciendo que al chileno le diera poco tiempo de alistarse, pues este lo llamó de impulso.

...

Después de que Ale haya golpeado la puerta, se arregló un poco más para solo esperar a que este abriera lo que...hizo bastante rápido.

Al mirarlo, supo que...al parecer, ya tenía un poco más de confianza ya que estaba en pijama.

— Hey...–saludó tranquilamente.— (Hier...Ich wollte dir etwas bringen) Ten... te quise traer algo...—dijo entregándole aquel postre. Para su fortuna, había preparado un kuchen, así que...creo que le gustará...

— Muchas gracias...y lamento mi aspecto, no alcance a arreglarme...ven pasa.—seguido este entró y cerró la puerta.

— Ponte cómodo mientras...serviré la comida.

Cuando este le dijo aquello, este solo se dirigió a la sala para no estorbar mucho.

Se inclinó un poco en el sofá para cerrar sus ojos...

Realmente estaba silencioso ahí.

Cuando Chile acabó en la cocina, se dirigió a la sala para ver a su invitado descansando en el sofá.

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