.•○Capítulo IV○•.

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Alemania ya estaba hasta el cansancio con todo esto, pero solo tenía que cumplir órdenes de su jefe, tenía que seguir con esto.

Volvió a encerrar al chileno y por todo lo que cometió, no le llevaría cena esa noche hasta el otro día, ya tenía suficiente con él.

(Mmh...Was mache ich jetzt mit diesem Kerl?) Mmh...¿Ahora que haré con este tipo?—se preguntó frustrado.

Solo se frotó la cabeza mientas intentaba dormir en aquella sala. A pesar de que el chileno no tuviera nada en las manos, tenía mano dura.

Al dia siguiente, este se levantó algo mareado por el golpe, solo se levantó como correspondía, y después de eso solo preparó un desayuno algo pobre para su rehén esta vez.

Cuando abrió la puerta de la habitación se aseguró que la puerta llegara del todo al fondo para asegurarse que no había nadie, y desde ahí entró dejando el desayuno en el suelo.

Este miró al chileno por un segundo, ¿Talvez lo golpeó con demasiada fuerza?...

Se acercó un poco a este para revisar su cabeza...esta estaba sangrando un poco pero...era normal con golpe así de fuerte.

Antes de que este despertara, se dirigió al baño de manera rápida y trajo un botiquín para él.

Así es...lo iba a curar.

...

Cuando acabó de vendar su cabeza, continuó con su brazo, ya que se encontraba hinchado y más rojo de lo que era su piel.

Empezó a desvendar y desinfectar, pero cuando este estaba limpiando la herida, al parecer él ya había despertado.

— Ahg...¿Qué haces?—preguntó quejándose levemente.

(Ist es nicht offensichtlich? ich "helfe" dir...) ¿Acaso no es obvio? Estoy "ayudandote"...—le respondió con el ceño fruncido.

(Ni pienso decirle Buenos días al descarado...)

Dijo en su mente enfadado.

— Ah...¿Y eso por qué? Ayer intenté escapar y ahora me ayudas? Eres algo raro...—dijo mirando hacia la ventana, reposando su cabeza en la pared.

(Wie ich schon sagte...Ich kann dich nicht sterben lassen...Auch wenn es mir nicht gefällt.) Como dije... no puedo permitir que mueras...Aunque eso no me guste.

Este con algo de odio, presionó aquel algodón sobre su herida provocando un quejido de dolor.

Cuando terminó de limpiar y desinfectar, volvió a cubrir con una venda nueva para dejar su brazo como nuevo.

Una vez listo se alejó a la misma distancia de él y solo le acercó el plato.

(Du willst mir immer noch nichts sagen? Übrigens, ich habe deinen Namen vergessen.) ¿Aún no me dirás nada? Por cierto, olvidé tu nombre.—volvió a preguntar con un tono serio.

— Es Matias. Y ya te dije que no, si querí hazme lo que querai', pero si estuvierai' en mi lugar ¿Hablarías? ¿No, verdad?—contradijo.

(Mhm...du enttäuschst Matias, ich nehme an, du bist treu, für wen du arbeitest, aber was interessiert mich jetzt...Wie zum Teufel hast du getan, um dich zu befreien?) Mhm...eres decepcionante Matias, supongo le eres fiel a quien le trabajas, pero lo que me interesa ahora...¿Cómo mierda le hiciste para liberarte?—volteó a verlo alzando una ceja.

— Pues...liberándome(? De que otra forma...—contestó haciéndose el idiota, obviamente no diría la verdad.

(Esa no es una respuesta...)

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