.•○Capítulo XXX○•.

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Después de ir a buscar las cosas del latino al otro departamento, solo se quedaron ahí para preparar el almuerzo.

Cuando acabaron de almorzar, lavaron los platos sucios y luego solo regresaron al sofá para charlar algunas cosas.

Mientras Ale hablaba, el peliazul se dispuso a hacer que se echara sobre su pecho para así jugar con su pelo, era algo que le gustaba, también quería que se sintiera cómodo, parecía no quejarse.

— ...—estaba en completo silencio mirando hacia el frente.

Sinceramente estaba bastante cómodo en el pecho de su contrario...y aquellas caricias que este hacia de vez en cuando en su cabeza le eran bastantes relajantes.

Quien diría que el estrés que soportó hace varios años, estaría desvaneciéndose.

De vez en cuando este besaba su frente y le daba algo de gracia como se arrugaba el germano cuando se sonrojaba.

Lentamente siguió dándole besitos y mimos, haciendo que se diera vuelta y solo le mirara, pero antes que este hablara, solo lo besó rápidamente.

Luego otra vez y otra vez...

Así llenándolo de besos en su rostro y labios...

Este solo se quedó quieto disfrutando de cada mimo que este provocaba.

Al momento en el que este dejó de proporcionar pequeños besos en todo su rostro, solo abrió los ojos para ver como este solo sonreía de una manera un tanto, "picara".

Se levantó un poco de encima para abalanzarse sobre él mismo y besarlo, debía de vengarse de alguna manera, ¿o no?

Solo esperaba que nadie interrumpiera, aún que pensando bien...creo que no irían a abrir como la última vez.

(Quizá esto haga que salga de su confusión...)

Pensaba el chileno.

Lo abrazó por el cuello y solo lo apegó a el para seguir besándolo.

Su contrario se separó lentamente de él para solo recostarse nuevamente encima, a lo que este solo se quejó por el hecho de que fuera repentino.

(is tut mir leid) Mjmj... lo lamento...—dijo mientras se acomodaba un poco entre su cuello.

Chile para estar más cómodo, se recostó un poco más en el sofá con este encima y siguió con los mimos en su cabello.

En una podía sentir su nariz algo fría rozando su cuello, lo que le daban escalofríos ante eso, pero solo lo ignoró.

Quién diría que quien quería matarlo en una oportunidad ahora lo tenía acostado sobre el y este haciéndole cariño...

(Willst du zurück in deine Wohnung?) ¿Quieres volver a tu departamento?—preguntó esperando una respuesta.

— Está bien...—este se levantó y tomaron las cosas del chileno.

Salieron del departamento y bajaron al subterráneo por el auto.

El viaje fue algo silencioso ya que este al mirar al lado del copiloto donde se encontraba el chileno, lo notaba algo desanimado, por lo que no quiso empeorar las cosas.

Al llegar, ayudó a este a subir aquella maleta a su departamento como... última acción del día.

— Gracias de nuevo por ayudarme allá...y lamento el susto que te hice pasar.—extendió su mano hacia él.

Este al ver aquella mano estirada ante el, solo la apartó para seguido acercarse y besar sus labios de manera rápida.

(Es gibt keinen Grund zu danken...wir sehen uns) No hay por qué agradecer...nos vemos.—sonrió para alejarse de aquella puerta y caminar al ascensor.

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