.•○Capítulo XXIII○•.

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Actualmente, el día estaba perfecto, soleado pero no caluroso, era un sol engañador que te obligaba a abrigarte un poco. Quién lo diría. Un sol que no calienta.

Pero vayamos a lo que importa.

Como sabrán, Alemania acostumbra a ser mandados a viajes a distintos lugares alejados para vaciar su lista negra para así conseguir su sueldo.

Digamos que ahora mismo se encontraba empacando sus cosas, ya que...se iba a uno de "esos" viajes.

Por otro lado, al chileno... aunque no lo parezca, su jefe también le ordenó que fuera a un Estado vecino, para ver algunos informes y registros de una "empresa vecina" que tenía ahí...

Así que ahí estaban ambos, empacando para su nuevo viaje.

Ale tenía una larga lista con pedidos esta vez, ya que a "alguien" se le ocurrió el cumplir favores incluyéndose en estos.

Esperaba que le paguen más.

Se preguntarán que fue de él estos días... pues- finalmente arregló las cosas con Polonia y... Rusia, nos hemos vuelto un tanto más cercanos. Era bastante bueno tener a alguien para hablar durante el trabajo.

Dejando eso de lado. Solo tomó su bolso con algunas prendas y salió del departamento para dirigirse a su auto, no sería mucho viaje...ya que cuando sea de madrugada, puede que pueda acelerar varios kilómetros en línea recta.

Por otro lado, el chileno tenía la cara con sueño...pero era su obligación ir...

Estaba empacando para poder por fin irse de viaje, esperó mucho para eso, eso era lo bueno, pero el levantarse temprano...no lo era.

Pero al menos, podrá conocer esos hoteles lujosos, ¿Pero saben que fue lo chanta de su jefe?

Que le dijo que el mismo tendría que pagarse su propio hospedaje ya que andaba corto de plata y no podía darse un "lujo" por así decir. Al menos tenía el dinero para pagarlo...pero, que chanta.

Esperaba le aumente el sueldo esta vez.

Cuando acabó, solo tomó su bolso, y una vez asegurado con la seguridad de la casa, se fue al auto y emprender viaje, tardaría varias horas...pero una vez llegara, se lanzaría en esas camas suaves...

Y así pasaron aquella horas de la mañana, ambos con un objetivo que debian de cumplir.

...

Como sabrán, el primero en llegar a aquellos lujosos hoteles fue el alemán, aún que claro, para llegar así de rápido, rompió unos cuantos límites de velocidad...y no lo digo como de 100 km/h...de hecho, sería el doble de esa cifra.

El alemán ya en el edificio, pidió la primera habitación que más le interesaba a lo que los recepcionistas solo aceptaron rotundamente, ¿Qué más esperan de alguien que quiere dinero?

El germano recibió su tarjeta de habitación y solo la guardó para tomar su maleta e ir al ascensor.

Por otro lado, cuando el peliazul llegó a esos lujosos hoteles, tuvo que quedarse un momento en el auto mientras admiraba la belleza de aquel hotel, nunca había visto un hotel tan...cuico, como le dice él.

Este solo bajó del auto con su maleta y solo fue a recepción.

(Good afternoon. Do you have registration?) Buenas tardes ¿Tiene registro?—preguntó amablemente la señorita que estaba ahí.

— Buenas tardes, ehh no, de hecho quería hacer una reservación ahora.—respondió, para luego decir los días que estaría.

Una vez todo hecho, el chileno estaba a punto de pagar, hasta que se dio cuenta de la tragedia de su vida...

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