Capitulo 1

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—¿No es guapo?

            Mia miró distraídamente el campo de fútbol, donde los chicos con camisetas azules ganaban a las de rojo. No había prestado atención al partido y estaba segura de que sus amigas tampoco.

            —¿Quién? A mi me gusta el de pelo largo —Hillary se levantó un poco y saludó atrevidamente con la mano antes de que Keira le agarrara del extremo de la falda y tirara de ella hasta conseguir que volviera a sentarse.

            —¿Estás loca? Pueden vernos...

            —Es lo que mola, ¿no?

            Keira puso los ojos en blanco y miró a Mia en busca de ayuda.

            —¿Cuál de pelo largo? —preguntó en cambio, encogiéndose de hombros ante la mirada de reproche de Keira.

            —El de allí.

            Hillary sacudió los graciosos ricitos rubios al mover el cuerpo para señalar al portero del equipo rojo.

            Mia ladeó la cabeza y se dio cuenta de que Hillary también lo hacia a su lado. A diferencia de Keira, ellas tenían el pelo castaño y liso, aunque Hillary dedicaba mucho más tiempo a mantenerlo lacio y brillante.

            —¿Lo puedes distinguir desde aquí?

            —¿No habéis visto como se mueve? Es guapo seguro.

            —Ese, al menos, sí que es guapo... y distinguible.

            Hillary señaló a un chico con camiseta azul que mandaba agrupar a los jugadores y les daba instrucciones. Tenía el pelo corto, y la piel bronceada.

            —Es mono —aceptó Mia.

            —Lo que es mono es su trasero —interrumpió Keira con una sonrisa.

            Las tres se echaron a reír.

            —Ya, bueno.

            —Vamos, chicas, ¿queréis ver a alguien que sí que esta bueno?

            Keira agarró la carpeta y la abrió, mostrando una fotografía que había pegado.

            —Hyden —suspiró Hillary, acariciando la foto.

            —¡No lo manosees! —protestó Keira apartando la mano de Hillary con una sonrisa.

            —Tacaña.

            Las tres conocían a Hyden Devan; al igual que la mayor parte de la población joven femenina y parte de la masculina. Era un cantante mezcla de rock y melódico que había aparecido bruscamente en la vida de los jóvenes. Su voz era increíble, al igual que su aspecto, con un pelo cortado a desnivel de un brillante color negro y mechas rojas y azules. Sus ojos de un azul muy claro resaltaban con el color del pelo y el a veces llamativo maquillaje que los perfilaban. Era alto y de complexión delgada, aunque no carecía de músculo. Pero sobre todo, llamaba la atención por su carácter. Sencillo, ausente, rodeado de un aura de misterio que lo hacía hipnótico y atrayente. Era sencillamente perfecto.

            —Pensaba que hablábamos de la realidad, chicas.

            Mia cerró los ojos para apartar la atención de la fotografía y volvió a centrarse en el campo. Una chica preciosa, de cabello largo y rubio que caía por la cintura perfectamente peinado, cruzó el campo con pasos lentos y coquetos en sus brillantes zapatos de tacón hasta llegar a la altura de los jugadores; se enganchó al cuello del chico de la camiseta azul en el que todas habían aceptado que era guapo y tras decirle algo muy cerca de su rostro, se besaron ante los vítores del resto del equipo.

Noche OscuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora