Capitulo 3

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            Durante los dos días siguientes, Mia no vio a Hyden. Tampoco le sorprendió o, más bien, se sintió aliviada de no enconárselo, pero de alguna manera, le parecía raro que nadie hablara de él durante las comidas que compartían, que solo eran los desayunos y una cena, y sobre todo, el hecho de que no había ningún indicio de la presencia del cantante en la casa. Sabía que Hyden era un invitado, como ella, pero era como si realmente no viviera allí, como si no existiera y todo fuera producto de su imaginación. Comenzaba a creer que se estaba volviendo loca. ¿Y si realmente lo había soñado? ¿Podía ser su obsesión tan enfermiza? Además no estaba segura de querer volver a verlo; ni aunque fuera producto de su imaginación. ¿Qué había sido eso de su último encuentro?

            Mia suspiró irritada y pasó una vez más los canales de la televisión sin detenerse en ningún programa especifico hasta que dio con el anuncio del ultimo videoclip de Hyden. En él salían el resto de músicos que llevaban trabajando con él durante el último año y participaban en el video como parte de un grupo, siendo uno de ellos el protagonista de la historia que se reflejaba en la inquietante canción que había llegado a estar en la cima de las listas de ventas en una semana de su salida. Era fabulosa; la mezcla de la música con la letra y la envolvente voz de Hyden que hacia vibrar todo el cuerpo de Mia. Mágica. Sí, esa era la palabra.

            Cuando terminó la canción, Mia apagó la televisión y se quedó contemplando la pantalla negra de plasma hasta que decidió levantarse y pasar por la puerta de la cocina para salir a la calle.

            Pese a que no esperaba que el verano fuera fabuloso cuando decidió pasarlo con Karl, no había imaginado que, pese a que la aparición de Hyden, que parecía más un fantasma, la había trastocado completamente, iba a estar aburrida y sola la mayor parte del tiempo.

            Caminó distraída por las calles del pueblo. No recordaba muy bien los alrededores, pero reconoció la vieja tienda frente al parque infantil, donde Karl le compraba golosinas y pasteles; la iglesia a un lado de la carretera, con un bonito jardín al que habían añadido una escultura con forma ridícula y la cafetería que adquirido un aspecto mucho más moderno y joven. Mia ojeó los grupos de chicos y chicas que se mezclaban dentro y fuera. El calor era sofocante así que vestían generalmente ropas ligeras de manga corta o tirantes y entre las chicas predominaban las faldas cortas.

            Solo tenía que cruzar de calle para, tal vez, pasar un agradable verano con nuevos amigos, pero Mia sabía que jamás salvaría esa distancia; no era buena entablando conversación y por algún motivo que desconocía no tendía a caer bien a las personas que la rodeaban. Era más probable que hiciera nuevos enemigos que la torturasen todo el mes a que alguno de esos chicos la dirigiese la palabra en treinta días.

            Optando por la decisión más sabia, Mia siguió caminando sin cruzar, alejándose de la cafetería hasta que unos gritos la hicieron volver la cabeza. Dos chicos gesticulaban sin parar, hablando algo que parecía llamar la atención de los reunidos en la entrada. La mayoría se apresuró a rodear la cafetería para alejarse a algún lugar por detrás de ésta.

            Mia dudó unos segundos, pero la curiosidad fue más poderosa y terminó siguiéndolos a una distancia considerable hasta llegar a un recinto limitado por unas vallas oxidadas de hierro en donde un grupo de chicos jugaban al baloncesto.

            Los chicos y chicas que habían llegado junto a ella, comenzaron a vitorear y gritar algunos nombres y palabras de ánimo, apoyando a sus amigos que se enfrentaban los unos a los otros en un partido. Sin embargo Mia no les prestó atención; ni siquiera se dio cuenta de que se quedó inmóvil junto al resto, mirando alucinada al chico de sudadera gris y capucha perfectamente colocada que participaba en el juego. Sus movimientos eran ágiles y precisos y sus saltos increíbles, captando la atención y admiración de quienes lo rodeaban.

Noche OscuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora