𝐸𝑛 𝑡𝑢 𝑝𝑖𝑒𝑙 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑏𝑎𝑛

Capítulo 27

—Comencemos por conocer a la protagonista de toda esta historia... —tomó aire con fuerza, ahogando un puchero —la mocosa que terminó por arrebatarme todo... hasta mi jodida confianza.

—¿Qué haces aquí? —pregunté.

Y vi cómo a unos seis metros Jae bi se sentaba en el frío y sucio suelo, casi cubierto por el polvo que producía el no usar la casa.

La vi intentar regular su respiración, mientras recogía su cabello en una coleta, con los ojos cerrados y su cabeza agachada.

—La primera vez que vi a Choi, quedé tan impresionada como todos... —dijo apretando sus ojos, como queriendo recordar o quizás buscando alguna imagen en su memoria.

—La niña era hermosa, inteligente y muy talentosa... pero no solo eso era el tipo de alma que sabes que están aquí para ser únicas... —dijo soltando un leve sollozo. Hasta que abrió los ojos con fuerza. —siéntate Jungkook, debemos hablar. —cambió drásticamente de tema.

Yo negué con mi cabeza.

—Tienes que hacerlo si quieres tener información y ayudarla. —fue tajante.

Mi cuerpo reaccionó de inmediato a eso, me sentí con dificultad en el suelo, dejando caer mi cuerpo de un solo movimiento. Mis reflejos no eran buenos en los momentos de mas ansiedad.

Ella asintió y con sus manos dejó las llaves entre sus piernas.

—El universo le ha dado tanto como persona, que se debía compensar con alguna mierda que ha pasado, ¿no crees? —rió aguantando una mueca.

Sólo pude mirarla con seriedad y hasta resentimiento. No quería tener compasión de ella, me había causado mucho daño.

—Se robó la atención en seguida del hombre más hermoso que había visto en mi vida, Yoongi, y de un par más, que deliraban por su linda carita. Pero también atrajo la atención de la persona equivocada Jungkook, la de mi primo Chanyeol.

Lentamente al escuchar esas palabras, retrocedí con las palmas de mis manos en el suelo, sin levantarme. Tratando de acercarme a las paredes que me alejaban de Vant yo apoyado Mi mente acompañaba a Kim, siempre lo hacía, mi atención no estaba al cien por ciento el Jae Bi, sino  en los leves lamentos que llegaban hasta mi.

—Yo sabía de la tragedia que le había pasado a la niña... —suspiró mirando sus manos detenidamente.—¿habré sido mala persona por eso, mi amor?

—¿A qué tragedia te refieres Jae bi? —pregunté con torpeza, sintiendo el sudor frío que corría por mis manos.

Ella suspiró mirando hacia arriba. Volvió su mirada hacia mí y apretó con fuerza sus labios antes de hablar.

—Veo que en realidad no conoces a la persona que amas Jungkook... —rió con pesar. —el accidente que dejó  a Choi ciega, no fue un accidente cómo tal...