Capítulo 5

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"Puedo escribir los versos más tristes esta noche

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"Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: la noche está estrellada y tiritan, azules, los astros, a lo lejos."
—Poema XX. Neruda"

(...)

Los caprichos y reproches de Joy siempre solían asomarse cuando Kim menos se lo esperaba, y, a pesar de esta última tener un carácter ante la sociedad de lo más reprochable, consentía y accedía a todo lo que la rubia le pidiese o implorara.

—Me dijiste que no te agradaba, voy a la biblioteca y te encuentro con él, ¿Cómo no quieres que me moleste si soy tu mejor amiga? —JooE le recriminó, en un nuevo día de universidad.

Kim respiró profundo, dispuesta a aguantar cualquier capricho o reprimenda que viniese.

—Que seas mi mejor amiga no quiere decir que vaya a contarte todo, la gente necesita tener sus secretos. —respondió, sentándose en su pupitre, arreglando su largo vestido celeste.

Pero su respuesta la dejó aún más inconforme de lo que estaba.

—Pero yo te cuento todo... —Se sentó al su lado, cuidando de no pisar el vestido de su amiga.

Sus labios ya estaban a punto de formar un fingido puchero, técnicas que solían funcionar según ella. Más Kim por creer ridículas sus caras accedía.

—Ahí está el problema, a veces cuentas demasiado... —alzó los hombros, restando importancia a lo que dijo.

—¿Te gusta el chico nuevo? —dijo sin filtro alguno.

Y ambas quedaron tan estáticas por un momento. Kim examinaba sus sentimientos de manera corta y concisa, mientras que JooE esperaba su reacción tratando de no interrumpir en lo más posible a su enredada y problemática amiga.

—No. —respondió segura.

—¿Entonces por qué le hablas?

Y otra pausa volvió a aparecer, aunque no tan incomoda como las anterior, esta era más bien cómica, Kim no tenía las razones a la cabeza de por qué le encantaba relacionarse con Jungkook.

—No lo sé. —cruzó sus piernas, cargando un codo en la mesa para apoyar su mejilla ahí.

—Jamás te has acercado a alguien como lo haces con él, te gusta. —afirmó.

—No me gusta. —rodó los ojos, era sincera.

—¿Entonces por qué haces todo eso? Sabemos bien que no es tu tipo andar de buena con los muchachos. —JooE alzó una de sus cejas, se cruzó de brazos y esperó la respuesta.

𝐸𝑛 𝑡𝑢 𝑝𝑖𝑒𝑙 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑏𝑎𝑛 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora