Scenery

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La puerta del estudio de Yoongi es tocada con ansias y él sabe de quién se trata con el primer golpe. Abre y deja pasar a un Taehyung que viene prácticamente saltando, para cuando cierra, sentir los labios del menor sobre los suyos, en forma de saludo.

— Suga hyung, vengo a enseñarte la canción que he compuesto — Taehyung sonríe en grande, enseñándole un USB — ven, ven, escúchala.

Tira del mayor sin dejarle hablar, sentándolo encima de él en la silla. Le da el USB a Yoongi y él lo pone en el ordenador, dándole a reproducir.

La melodía es bonita, preciosa y elegante, exactamente igual que Taehyung, el mayor se deja envolver por la espléndida voz que tiene ese chico, preguntándose por enésima vez por qué jamás se dedicó a cantar. Entrelazan las manos, escuchando atentos la canción, creando un ambiente especial.

El menor le vuelve el rostro hacia el suyo, juntando los labios de nuevo en un beso romántico, que con la hermosa melodía detrás, intensifica un poco más lo que sienten.

Jamás le reconocerá a Yoongi que esa canción está nacida de sus pensamientos hacia él, que cada letra está dedica a su mayor, que es una melodía escrita para él, la escribió en los días que estuvieron peleados, que después de una semana de intensa reconciliación, están más que olvidados.

El chasquido de los besos se amolda estupendamente al ritmo de la canción, haciéndoles sonreír cuando acaba la melodía, separándose y juntando las frentes.

Después de la pelea, esas acciones tan íntimas como innecesarias se han convertido en rutina, las manos entrelazadas debajo de las mesas, los besos cómplices en cada rincón de la empresa, hacer el amor cada noche en la casa de cada uno, ambos saben que es un callejón sin salida del que, de momento, no están dispuestos a salir.

— Es una canción hermosa, Taehyung — admite el mayor, acariciándole la mejilla — me ha gustado mucho.

— Qué bien, hyung — el menor sonríe más — la he terminado hoy.

— ¿Cómo se llama? — pregunta curioso mientras la guarda en su propio ordenador.

— Scenery — Le dice, besando su nuca — refleja los sentimientos de una persona que está enamorada y quiere retener a la persona que ama en sus fotografías para siempre.

— Vaya, qué mensaje tan profundo — Yoongi se vuelve hacia él — no te imaginaba tan romántico.

— Soy una caja de sorpresas, ya te lo he dicho varias veces — guiña, divertido — aunque es una canción para mí, no es para sacarla a la luz.

— ¿Me la cantarías? — pregunta, acomodándose mejor en su regazo.

Taehyung asiente y sin dejar de mirarle a los ojos, se deja llevar y le canta bajito, maravillando al mayor con esa voz una vez más, sintiendo con claridad cómo sus ojos azules le indican que está dedicada exclusivamente a él.

El sonrojo de las mejillas del menor aumenta a cada beso tierno que es dejado en el rostro del menor mientras le canta.

Yoongi ha asumido su enamoramiento por Taehyung, sabe que está jodido porque sin duda el menor, aunque siente algo fuerte por él, no está ni mucho menos enamorado, pero mientras puedan seguir así, será feliz el tiempo que dure a su lado, hasta que el peligris decida tener otro ataque de locura y se acabe.

Esa vez será la definitiva, lo sabe en alguna parte profunda de su ser, si Taehyung vuelve a irse de su lado, no va a volver.

Debe morderse la lengua para no vomitar todo lo que siente cuando el menor acaba la melodía dándole un casto beso en los labios, está tan seguro de que esa canción es para él, que se apostaría la vida y no la perdería.

— Eres muy lindo, hyung — sonríe el menor — creo que no te lo digo las veces necesarias.

— Literalmente te pasas todo el día diciéndomelo — se ríe él — y ahora vete, estaba trabajando.

Taehyung pone un puchero que Yoongi no duda un segundo en besar y se levantan, despidiéndose con otro casto beso, aunque por supuesto, el peligris no tiene intención de dejar esto así.

Taehyung pone un puchero que Yoongi no duda un segundo en besar y se levantan, despidiéndose con otro casto beso, aunque por supuesto, el peligris no tiene intención de dejar esto así

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Tres horas de intenso trabajo le han agotado, necesita energías, que se interpreta por el cuarto café de la mañana. Cuando está yendo por los pasillos tan tranquilo, al pasar por una de las puertas medio abiertas de una de las salas de reuniones, siente que le tiran del brazo y le meten en ella, siendo atacado por los labios del peligris que le acorrala contra la puerta.

El beso es intenso y lujurioso, Yoongi sabe lo que eso implica e intenta zafarse, Taehyung tiene ganas de follar.

— Yoon ~ — ronronea el menor, desabrochándole los pantalones — me has echado del estudio.

— Estate quieto, un día nos van a pillar — intenta mantenerse firme, aunque esté siendo besado por el cuello y masturbado con prisa — Kim Taehyung.

— Me pone tan caliente que me llames así — gruñe, contra su piel.

— ¿Hay algo que no lo haga? — pregunta de forma irónica, viendo con horror y excitación cómo baja los besos por su torso — ni se te ocurra.

— ¿Me has echado de menos verdad? — le dice al erecto pene del mayor — yo a ti también.

Engulle de una el miembro del mayor que tiene taparse la boca con la mano por no gemir en alto. Taehyung ahueca las mejillas y aprieta la nalga del mayor para que se mueva, recibiendo una deliciosa estocada directa en su garganta.

El sedoso cabello grisáceo es hecho un puño en la mano de Yoongi que embiste sin contención la boca libidinosa de su no novio, gimiendo bajito contra su mano, en una guerra de miradas de ambos. Taehyung le guiña divertido y mete un par de dedos en su entrada, sobre estimulándolo.

Yoongi se desespera, embistiendo más rápido a compas con las penetraciones en su trasero, sintiendo que no tardará mucho más en irse.

Con el tercer dedo, el mayor se corre con fuerza en la boca del menor, que traga todo gustoso y se levanta rápido, poniéndole cara a la puerta, entrando con prisa, embistiendo completamente cegado de placer.

— Yoonie, me pones tantísimo — gruñe en su oído, penetrando con rapidez — todo tú eres una puta obra de arte.

El mayor se retuerce ante las embestidas y los halagos, restregándose con ansia contra el menor, que da tan fuerte que cualquier que pase puede escuchar con claridad el choque de pieles.

— Adoro correrme en tu culo, Yoonie — Ronronea, mordisqueando su lóbulo — y que tú te corras en mi boca, sabes tan delicioso.

Quiere gritar tan mal, dedicarle cada desgarro de su garganta, pero sólo atina a girar la cabeza y enfrascarse en un beso jodidamente sucio, que recoge a los pocos minutos el gemido ronco de Taehyung, que se descarga feliz en el interior de Yoongi.

Sale y lo gira, envolviéndole entre sus brazos y besuqueando su rostro.

— El día que nos pillen, diré que es idea tuya — dice, cerrando los ojos ante sus besos — que eres un puto pervertido.

— Me gustas tanto, Min Yoongi — sonríe, besando sus labios.

El sentimiento de calidez del corazón del mayor aumenta ante esa confesión, que sabe más que de sobra, aunque también, que no pasa de ahí y eso, le empieza a pasar factura a su pobre corazoncito.

El resto de la mañana lo pasan allí, entre besos, risas y el café olvidado de Yoongi.

I (dont) like boys ❣ TaeGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora