¿Nos apostamos algo?

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Al separarse de ese beso sucio y lujurioso Yoongi sonríe ladino, disfrutando del cuerpo formado del que no es su novio, pero actúa como si lo fuera, mirándolo con atención, maravillado con la vista, delineando cada abdominal con su dedo, disfrutando de los gruñidos roncos que salen por los labios de Taehyung al pellizcarle el pezón con su otra mano.

— ¿No ibas a ir al gimnasio? — pregunta, meloso, metiendo la mano por dentro del pantalón — ¿Qué haces en casa medio desnudo haciendo abdominales?

— Casualmente hoy estaba cerrado — dice, apoyando ambas manos en la puerta, acorralando a Yoongi — he tenido que ejercitarme aquí.

— Ya — ríe bajito, agarrando la extensión del menor — todo el mundo sabe que se entrena mejor sin camiseta ¿Verdad?

Taehyung gime bajo al sentir cómo Yoongi le masturba y muerde un pezón que está a la altura justa de su cara, dejándose hacer por él, adora cuando lleva la iniciativa. Puede ver con claridad la lengua del mayor jugando con su pezón erecto y su mano perdida entre los pantalones, moviéndose lento contra su polla.

Una imagen totalmente perfecta.

— Bebé Mmgh ~ — gruñe, profundamente excitado.

— Te estás acostumbrando a llamarme así — Yoongi le muerde el pecho, dejándole una marca de dientes — y no me gusta.

— Adoro cuando intentas mentirme, Yoonie — ronronea.

— ¿Qué voy a hacer contigo Taetae? — ríe el mayor, pasando su lengua al otro pezón — sólo piensas en follar.

Ojalá fuese sólo eso; piensa para sí mismo.

— ¿Deberíamos ir a la cama? — Pregunta Taehyung, moviéndose contra la mano de Yoongi — ¿No tienes hambre?

— Vaya forma tan sutil de pedirme que te coma la polla — ríe el mayor, contagiando al peligris — dúchate primero y hablamos.

Taehyung pone un puchero al ver que Yoongi saca la mano y deja un besito en su torso, indicando con un gesto en su cabeza que se vaya a lavar, que acaba de hacer ejercicio.

— Ven conmigo — le dice, cogiéndole de la muñeca — es más divertido ducharse juntos.

— Vengo limpio de casa — suspira — me quedaré contigo en el baño, pero te duchas tú.

— Te estás volviendo aburrido a cada paso que avanzamos — dice, divertido — tú te lo pierdes entonces.

Yoongi rueda los ojos, sentándose en el inodoro una vez llegan, siendo inevitable que mire cómo Taehyung se desnuda, sin cortarse un pelo en hacerlo delante de él, aunque realmente no tiene mucho que quitarse, porque debajo de los pantalones, no hay nada.

— Aprende a utilizar ropa interior de una vez — dice, relamiéndose al ver la erecta polla de Taehyung liberada — te la compraré yo si hace falta.

— Pensaba follarte en cuanto entraras por la puerta, pero me has mandado a bañarme — se encoge de hombros — hoy como castigo, no te daré mimitos.

— No te lo crees ni tú — Yoongi le guiña — te sale como el respirar.

— ¿Nos apostamos algo? — pregunta desafiante, metiéndose en la ducha — venga bebé.

— Si yo gano, no me dirás más bebé — dice el mayor — ahora, vale todo.

— Si lo hago yo — Taehyung se echa el pelo para atrás — me llamarás papi.

Yoongi abre mucho los ojos, ardiéndole el rostro de la vergüenza de haberse imaginado por un segundo diciéndole papi a Taehyung, cosa que sólo le ha hecho aumentar su erección.

— ¿Trato? — el peligris arquea una ceja.

— T-Trato — balbucea, intentando recolocarse la erección — tenemos hasta mañana.

— No puedo esperar a escucharte – gruñe divertido — va a ser grandioso.

— ¿Quién dice que vas a ganar tú? — Yoongi se levanta, cruzándose de brazos — no seas tan confiado, yo tengo mis armas.

— Soy excesivamente competitivo — le advierte, lavándose el pelo — y ahora necesito escucharte decirme papi mientras te follo duro.

— Oh por Dios, Kim — Yoongi se revuelve el pelo — me voy a darle de comer a Minnie.

— He dejado su comida en la alacena — el mayor le mira sorprendido — sí, también he comprado para el gatito.

El peliblanco había traído comida de su casa para el minino, pero ese gesto de Taehyung sólo ha reforzado un poco más lo que siente por él, haciéndole sonreír en grande, dedicándole al menor una exquisita sonrisa de gomita, que le vuelve loco.

— Ven a darme un beso, Yoonie — pucherea Taehyung — y después de esto empezamos el trato.

Suspira derrotado, lo tiene completamente dominado. Le hace caso y se acerca a la puerta de la ducha, que la abre y deja un bonito beso en los labios del menor, mojándose en el camino, huyendo antes de ser atrapado por las manos de Taehyung, que casi lo cogen.

— ¿Me querías meter con la ropa? — dice, revolviéndose el pelo.

— Se secaría — ríe, contagiando a Yoongi.

Es una relación tan rara como cálida en la que los dos se sienten bien, felices y cómodos, tienen más cosas en común de lo esperado, se entienden en muchos aspectos, se completan en muchos otros, aunque no coincidan algunas veces, se necesitan cómo el aire para respirar.

Yoongi llega hasta donde está el gatito, sacándolo del trasportín, para cogerlo en brazos y llevarlo a la alacena, donde descubre que no sólo ha comprado comida, también una casita para él, unos juguetes y un bebedero que tiene para poner el alimento. El corazón del mayor se desboca, incluso se emocional a nivel de que le lleguen las lágrimas a los ojos.

Le amo, joder; piensa poniéndole la comida al gatito, completamente feliz por habérselo encontrado en su vida.

Allí se queda, acariciando al gatito mientras Taehyung termina de ducharse, pensando en muchas cosas, queriendo que llegue el momento en el que el menor se decida a estar a su lado de manera formal, sin nada que lo impedimente.

Pobre y lindo Yoonie. 

I (dont) like boys ❣ TaeGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora