I (dont) like boys ❣ TaeGi

Celos

El chasquido de los besos se escuchaba por la habitación, Taehyung acariciaba la espalda de Yoongi mientras él brincaba levemente encima del menor. Estaban en la cama de la casa del peligris, después de una cena y una película de súper héroes que el menor se empeñó en ver.

La espalda de Taehyung daba contra la fría pared, sentados en la cama, se comían las bocas como si no hubiesen probado bocado en años, totalmente perdidos en el sabor de la boca del contrario.

Ambos sabían lo peligroso de ese juego absurdo en el que estaban metidos, sobre todo en esos momentos de complicidad.

El menor, pega lo máximo posible el cuerpo de Yoongi al suyo, haciendo que el mayor rodee los brazos en su cuello, ambos enredando las manos en el pelo sedoso del contrario, los latidos sincronizados, las respiraciones a la misma sintonía, un cosquilleo sublime recorriendo cada parte de su cuerpo.

— Yoonie... — susurra entre besos.

— Taetae... — suspira el mayor.

El peliazul se restriega con fuerza, lamiendo la boca y lengua de Taehyung, extasiado porque por primera vez en su vida, está, o por lo menos es su percepción, haciendo el amor con alguien, lento, suave, cómplice.

Al llevar un rato así, Taehyung aprieta su agarre y embiste unas cuantas veces antes de dejarse ir dentro del mayor para enseguida recibir el gemido de Yoongi en su boca.

Sube su mano derecha al rostro del peliazul, acariciando su bonita piel con el dedo pulgar, mirándole como si no hubiese visto nada más bonito en su vida. Yoongi abre los ojos, encontrándose con la hermosa mirada azulada de Taehyung, que da un vuelco a su estómago, invitándole a dejar un beso en cada lunar de su cara, suspirando a cada tono intenso de sus mejillas.

Demasiado cálido para tratarse sólo de polvos ocasionales.

— Eres muy tierno, Yoonie — sonríe Taehyung — realmente me lo paso bien contigo.

— No te confundas... — susurra, juntando ambas frentes — aquí no hay sentimientos.

— Ni los habrá — Dice el menor con un nudo en la garganta — no debes preocuparte por eso, jamás me enamoraré de ti.

Es imposible negar que esa frase le ha dolido, no entiende por qué, pero lo ha hecho mucho, ahora mismo le duele bastante el pecho, tanto que se separa de Taehyung y se tumba a un lado de la cama, dándole la espalda.

Taehyung se muerde el labio, es mejor decirlo así, porque ni él mismo está seguro de no poder cumplir la promesa.

Se tumba a su lado, rodeándole con los brazos, besuqueando levemente su nuca.

— Aunque no me llegue a enamorar de ti, no puedo negar que me gustes, Yoongi — susurra contra su nuca — pero nada más.

El mayor entrelaza sus manos, sin tener ganas de decir nada más, lo mejor es dejar ahí los sentimientos que claramente tiene, sólo traería nefastas consecuencias que no tiene intención de tener ahora, disfruta demasiado de la compañía de Taehyung en ese momento.

Tanto, que ha olvidado preguntarle por su colegio y si se conocieron en algún momento cuando eran adolescentes.

Un mes ha pasado de todo esto, donde han dormido juntos cada día, en casa de uno u otro, pasando los fines de semana enteros juntos, han visto más series y películas de las que pueden recordar, lo han hecho por todos sitios, incluyendo la empresa, más salvaje, más lento, da igual, se atraen como mosquitos todo el rato.

Los de la empresa, en especial los amigos del peligris, que no son tontos, han visto con claridad cómo su relación ha cambiado drásticamente, ahora incluso se ríen juntos, almuerzan algunas veces, no hay malas miradas, mucho menos insultos. Jungkook opina que es sospechoso, sobre todo, porque él conoce una información que ni siquiera Hoseok sabe. Espera con cada parte de su cuerpo, que su amigo no se haya metido en líos.

Hoy están en Telepathy todos, disfrutando de la fiesta de lanzamiento del single de RM, dónde bailan, beben y disfrutan. Aunque Taehyung tiene que reconocer que no lo está pasando especialmente bien.

Su amigo le toca el hombro, está apoyado con los codos en la barra mirando a Yoongi que tontea descaradamente con Suran en una de las mesas altas, se gira a mirarle y Jungkook traga duro al ver esa mirada, la conoce demasiado bien cómo para no saber de qué se trata, ya la vio más veces y nada sale bien para de eso.

Taehyung está jodidamente celoso.

— Taetae hyung — empieza tembloroso el menor — no sé qué tienes con Suga hyung, pero córtalo ya, mírate, estas celoso.

— No estoy celoso y no tengo nada con ese — gruñe, bebiéndose al trago su copa e indicando al camarero que ponga otra — no ves que está con la zorra de Suran.

— ¿No te escuchas? — Jungkook le tapa el campo de visión — Kim Taehyung, te gusta Suga hyung ¡Me lo prometiste!

— ¡Que no he hecho nada! —dice apretándose el puente de la nariz — ¡No me gusta!

— Mentiroso, soy la persona que mejor te conoce — gruñe poniendo los brazos en jarra — toda la vida mirándole desde lejos.

—- Cállate Jeon Jungkook — dice el menor pegándose a su cuerpo — no quiero que nadie se entere de eso.

Yoongi, que por mucho que esté zorreando no despega el ojo de Taehyung, lo ve cabreado y peleándose con Jungkook, cosa que es bastante rara en él, porque ese niño con complejo de conejo siempre es su prioridad.

Se disculpa con la muchacha y anda rápido hasta ellos, flipando porque ambos amigos tienen el ceño fruncido y muy mala cara.

— ¿Qué ocurre? — pregunta, confuso — ¿Por qué peleáis?

— Vete con Suran, no sé qué pintas aquí — escupe Taehyung, mirándole mal — largo.

— Hyung, aquí Taetae hyung está celoso — dice Jungkook antes de que Yoongi se vaya — no sé qué os traéis, pero es peligroso.

Dicho esto, el menor se va a refugiarse a los brazos de su novio, no le gusta pelear con Taehyung, pero no le ha quedado más remedio.

La pareja se mira con cara de cabreo, sin saber si pelearse o ponerse a follar en ese mismo momento, así que, el más racional de los dos, saca el móvil y le dice por mensaje que lo quiere en media hora en su casa.

Taehyung le deja en visto, no tiene intenciones de ir.