I (dont) like boys ❣ TaeGi

Kookie

Ya está bien entrada la noche y unos soniditos adorables resuenan por la habitación, saliendo de la boca semi abierta de Yoongi, que duerme encima del pecho de Taehyung tranquilamente. El menor le mira embobado, enfrascado en sus pensamientos, acariciándole la mejilla con el dedo, encantado con el negro de sus pestañas, su cuerpo pequeñito irradiando calor al suyo o lo hermoso que se ve durmiendo.

Con su mano libre, coge de la mesita su móvil y lo desbloquea, metiéndose en la galería de fotos, deslizando hasta llegar a su destino.

Sus ojos se empañan y parpadea para no derramar ninguna lágrima, observa las fotos, con un nudo en la garganta, dándose cuenta en ese momento de que es momento de dejar ir ese sentimiento de profundo malestar, que hay que avanzar.

Se sale de esa foto y desliza hasta las más recientes, viendo con una sonrisa dulce las fotos que le roba a Yoongi mientras duerme, o cuando arruga la nariz, aunque sin duda sus favoritas son las que tiene sonriendo, enseñando esa sonrisa tan hermosa llena de dientecitos pequeños y encías rosadas, siempre fue la más bonita de todas.

El sentimiento cálido de su interior le quema cada parte de su ser, asumiendo de una vez que está irremediablemente rendido al bonito chico que tiene acostado en su cama.

Bloquea el móvil y lo deja de nuevo en su sitio, abrazando fuerte a Yoongi que se remueve contra él, balbuceando algo sin sentido en sus sueños, haciéndole reír levemente por verlo tan lindo. Deja un beso en su frente, totalmente decidido a lo que va a hacer.

Unos días después de que su nerviosismo se haya reducido, toca en el estudio, esperando ansioso a que le abra la puerta y cuando lo hace, una sonrisa deslumbrante de conejito le saluda.

— Hola Taetae hyung, pasa — saluda Jungkook, apartándose a un lado — ¿Qué ocurre?

— Tengo que decirte algo, Kookie — sonríe el mayor, sentándose en el sofá — ¿Tienes tiempo?

Los ojos del azabache se empañan y envuelve en un abrazo a Taehyung, que le soba la espalda con cariño.

— Hace demasiado que no me llamabas así — solloza, sentándose a su lado — sí, tengo tiempo.

— He decidido declararme a Yoongi — le dice, agarrándole las manos — lo tengo claro Kookie, estoy enamorado de él.

— ¡Por fin! — el menor sonríe en grande, emocionado por la noticia — has tardado.

— No quería asumirlo, la verdad — Taehyung desvía la mirada — pero no puedo negarlo ni un minuto más, quiero estar con él con todas las de la ley.

— Dices llamarlo novio simplemente, porque lleváis así demasiado tiempo — ambos se ríen — ¿También le contarás la verdad?

— Sí, pero todo eso será después de que pase todo — el mayor pestañea rápido — antes, debo despedirme.

— Iré contigo, y yo también lo haré — Jungkook junta su frente con la de Taehyung — ya sabes que prometimos pasar por esto juntos.

— No sé qué habría hecho sin ti — solloza levemente — gracias, Kookie.

— Soy tu mejor amigo, es mi deber estar a tu lado — el menor le retira una pequeña lágrima que se le escapa — me alegro de que sea Yoongi hyung el que te ayude a avanzar con todo esto.

— Es tan lindo — Taehyung pucherea — cada día con él es divertido y cálido, me hace sentir especial.

— Siempre tuvo ese poder — Jungkook se echa sobre el sofá — todos en el instituto lo querían por eso.

— Min Yoongi, capital del equipo de básquet y rapero los fines de semana — Taehyung hace muecas graciosas — todo el mundo le admiraba.

— ¿Cómo no hacerlo? Al final siguió su sueño y míralo, gran productor y compositor — el azabache mira a un punto perdido de la habitación — seguro que es muy feliz contigo, más de lo que ya lo es, hyung.

— ¿Tú crees que él me ama? — pregunta en bajito.

— Duerme cada día contigo, se deja liar por todas sus cosas y bueno, prácticamente vive en tu casa — le dice, burlón — me parece que él te ama desde antes que tú.

Taehyung le sonríe en grande, enfrascándose con su amigo en una conversación llena de recuerdos del instituto.

Mientras Yoongi está en su estudio, preparando un par de canciones para los grupos nuevos de la empresa, enfrascado en su trabajo, aunque por dentro, muere de emoción cual colegiala porque Taehyung está más cariñoso de costumbre, su mirada se ha endulzado y cree que por fin ambos estarán totalmente juntos.

Abre su galería del móvil para ver la última foto que se tomaron por obligación del menor, ambos sonriendo y con los dedos haciendo una "V".

— ¿Qué me has hecho Kim Taehyung? — le pregunta a la pantalla.

Él jamás fue así con sus demás parejas, siempre le gustó la gente tranquila, casi sin energías cómo él, pero el menor es un huracán que le arrolló desde el día en que decidió empezar este juego en el que ha acabado irremediablemente enamorado de él.

Se va a los contactos y le llama, mordiéndose el labio, nervioso.

— ¿Sí? ¿Yoonie? — pregunta, desde el otro lado — ¿Necesitas algo?

— Realmente no, sólo quería escucharte — dice casi en un susurro, escuchando su risa por el teléfono.

— ¿Quieres que vaya a darte besitos? — pregunta, divertido.

— Sí — responde mientras siente que le arde la cara.

— Voy corriendo — y cuelga el teléfono.

Yoongi se lleva las manos al pecho en un intento de frenar los latidos insoportablemente rápidos de su corazón, que parece que se escuchan por todo el estudio.

Después de la sesión de besitos a su mayor, Taehyung anda contento por los pasillos a por un café a la cafetería cuando una de las chicas del staff le dice que el CEO le llama y que acuda a su despacho.

Extrañado, va hasta el despacho, donde entra después de tocar y se sienta, viendo cómo su jefe, el poderoso Kim Seokjin, está demasiado serio.

— Taehyung, debemos hablar de tu relación con Min Yoongi — dice, en un tono de voz neutro.

El miedo se apodera de su cuerpo y un mal presentimiento llena cada parte de su ser, nada bueno va a salir de ésta conversación.