I (dont) like boys ❣ TaeGi

Yoonie bebé

Igual de estrepitoso cómo puede arrasar una tormenta un pueblo, entró Taehyung al estudio de Yoongi, sólo que este ya ni se preocupaba en girarse, se había acostumbrado demasiado a que el peligris entrara y saliera cuando se le viniera en gana.

— Yoonie ~ — ronronea, cerrando la puerta — ¿Me has echado de menos?

— No, estuviste aquí hace media hora — le responde, mirando aun a la pantalla — ¿Qué quieres ahora?

— Vengo a decirte que me voy — Taehyung se pone a su lado, haciendo que le mire — tengo que ir al centro comercial, a hacer la compra y al gimnasio.

— ¿Al gimnasio? — pregunta, con una ceja arqueada — ¿Por eso estás tan...?

— ¿Tan bueno? Sí, señorito — le guiña un ojo, haciendo que ruede los ojos — últimamente no me has dejado ir, me tienes todo el día explotado.

— Qué valiente y terrible mentira más grande — se ríe Yoongi.

— Toma — Taehyung saca unas llaves de su bolsillo, dándoselas en la mano — son llaves de repuesto de mi casa, te las doy por si llegas antes que yo ¿Vale?

Yoongi mira atento el llavero, acelerándose el corazón al ver que ese paso es jodidamente importante. Taehyung se muerde el labio, con la esperanza de que no se le hayan visto mucho las intenciones y agarra al peliblanco de las mejillas.

— Entonces — beso — me — beso — voy — beso — ya — beso — bebé — beso.

— Que no me digas eso — Yoongi arruga la nariz, avergonzado.

— Hasta luego, bebé — Taehyung le hace un corazón con los dedos y se marcha del estudio, disfrutando del leve sonrojo de sus mejillas.

— Qué difícil es todo esto — Suspira a la nada, mirando el llavero — ¿Dónde irá a parar esta rara historia?

Ya es de tarde noche y Yoongi está en su coche, conduciendo a casa de Taehyung, ha ido a ducharse, a por un pijama y a por el gato, cosa que es importantísima, va hablando solo en el coche, todos los conductores lo hacen, es una manera estupenda de reflexionar sobre la vida.

— Vale Min Yoongi, recapitula — dice en voz alta — en casi dos meses, has pasado de tener un enemigo a casi un novio, ahora de repente eres pasivo y te has enamorado de un hombre que es caprichoso, celoso, egocéntrico, posesivo, aunque jodidamente tierno, adorable y encima está buenísimo, ah no olvides que jamás has tenido orgasmos cómo estos — suspira derrotado — ¿Cómo le explico yo a mi madre que me he enamorado de un tío a estas alturas de la vida?

Las madres que son muy sabias y aunque estén a kilómetros de todos nosotros saben perfectamente cuándo deben actuar, aparecen justo en el momento indicado, cómo lo hace la de Yoongi, que le llama por teléfono en ese momento, descuelga y coloca el bluetooth.

— Mamá, justo pensaba en ti — dice, divertido — ¿Para qué llamas?

— Hola Yoonie bebé — otra; piensa rodando los ojos — Quiero decirte que no te olvides que su aniversario es dentro de un mes.

— ¿Cómo se me va a olvidar? — dice, algo molesto — los otros dos años no he podido ir por cosas de la empresa, éste no habrá nadie que me lo impida – ¿Taehyung querrá acompañarme?; piensa, avergonzado.

— Vale, entonces en un mes vas a volver a Daegu, qué ilusión verte mi amor — dice entusiasmada su madre por el teléfono — aunque no es esa circunstancia en la que me gustaría verte, deberías venir a ver a tu madre más seguido. Por cierto ¿Dónde vas?

— He quedado, mamá — responde, aburrido.

— ¿Tienes novia? — pregunta, ilusionada — tráela y se la presentas a mamá.

— Algo así, sí — dice, sonriendo apenado — bueno, te dejo que ya he llegado a donde hemos quedado, te quiero, mamá.

— Yo te quiero más — Yoongi sonríe ante eso — nos vemos en Daegu en un mes, adiós amor.

Yoongi se baja del coche con su mochila y el trasportín del gato, sin pensar en nada, hasta que la palabra Daegu, se le viene con fuerza a la cabeza.

Daegu, Apgujeong, Taehyung.

Abre la boca sorprendido, aunque no se le ve porque tiene la mascarilla y cae en la cuenta de que jamás le ha preguntado, así que, ahora lo hará.

Algo emocionado, saca las llaves del bolsillo y abre la puerta, cómo si entrara por su propia casa, encontrándose la devastadora imagen de Taehyung haciendo abdominales en el suelo, cubierto de sudor, sólo con un pantalón de chándal y una bandana negra.

Maldito Taehyung, seguro que lo ha hecho aposta y yo ahora estoy empalmado; gruñe en sus adentros viendo el brillo divertido de su compañero de vida y trabajo que le mira con la lengua pegando con la mejilla derecha. El menor se levanta, acercándose a él y a su gato.

— Hola bebé — Dice, meloso — ¿Me has echado de menos pequeño?

— No me ha dado tiempo a... — el rostro de Yoongi se enciende cuánto Taehyung arquea una ceja y señala al gato, que era con el que hablaba en realidad — te odio.

— Mentiroso — se ríe, quitándole la mochila y el trasportín, dejándolos en la mesa — ahora sí, bebé ¿Me has echado de menos?

— Estoy enfadado Taehyung, aléjate — dice, apretando los labios para no reírse, poniendo las manos en su pecho para alejarlo, aunque eso es contraproducente — mierda.

— Yoonie bebé — dice, con voz ronca.

El mayor le mira con expectación, paseando sus manos por su pecho duro, dando con su espalda en la pared, sintiendo cómo su respiración y la de Taehyung se entremezclan.

— ¿Me has echado de menos? — ronronea.

— Sí — responde a la vez que le aprieta un pezón — ¿Y tú a mí?

— Muchísimo — Taehyung se muerde el labio, desesperando a Yoongi — estoy a tus pies, Yoonie.

El beso es sucio, necesitado y lujurioso, haciendo que el mayor se olvide momentáneamente de lo que tenía que preguntarle, si no fuese porque Taehyung no tiene ojos en todas partes, casi parecería que lo hace aposta.