I (dont) like boys ❣ TaeGi

Pasado pisado

Yoongi mira desconsolado a Taehyung, que ya no puede ni decir cosas con sentido por su boca, sólo balbucea algo que no entiende que es mientras es acunado por los brazos de Jungkook, que también llora irremediablemente.

¿Qué se hace en estas situaciones? ¿Cortar la relación? ¿Mandarlo a la mierda? ¿Girarse a una lápida de una tumba y pedir disculpas?

Haciendo lo que su corazón le pide, agarra una de las manos con las que Taehyung se tapa el rostro y se la quita, agarrándola con fuerza y dejando un besito en ella, el menor le mira confundido, esa no es la actitud que esperaba de Yoongi.

— Es gracioso que el hombre que es casi mi novio, esté llorando en la tumba de su ex novia que es mi hermana y yo, tenga que consolarle a él — una mueca se forma en su rostro — deberías consolarme tu a mí porque mi hermanita hoy hace tres años que ha muerto.

— Yoonie... — solloza Taehyung — perdóname, de verdad.

— ¿Sabes qué? Vamos a necesitar un tiempo para asimilar todo esto los dos, tendremos que hablar con tranquilidad y que pensemos bien todo esto, pero hay algo que encuentro algo todavía más gracioso — abre los brazos, invitándole a ellos.

— ¿Qué es Suga hyung? — Jungkook le suelta y él se tira a sus brazos, escondiendo su rostro en el hueco de su cuello.

— Que sólo tú tienes la capacidad de hacer que dos hermanos se enamoren perdidamente de ti, Taetae — susurra en su oído.

En ese momento, la pareja decide que es mejor dejarlos solos y con un leve movimiento de mano, se alejan cogidos de la mano, dejando a Taehyung deshaciéndose en el llanto, acunado por los brazos de Yoongi, que simplemente cierra los ojos y le deja desahogarse.

Ciertamente es algo fuerte, pero él mismo se encargará de hacerle entender a su menor que no tiene la culpa de la muerte de su hermana, que fue un accidente y que el responsable de ella tiene muchos años de cárcel por delante.

Lo fácil de toda esta situación habría sido dejar a Taehyung, mandarlo a la mierda y así acabar con todo, pero no puede siquiera planteárselo, le ama y ciertamente está construyendo una vida con él, no quiere dejarle, quiere que avancen juntos, que sean pareja y se complementen el uno al otro.

Taehyung no sabe cómo va a agradecerle a Yoongi que no le haya abandonado, ya cuando vuelvan a Seúl hablaran debidamente de todo esto.

Abre los ojos y se separa un poco del peliblanco, que se encarga de retirarle las lágrimas, sonriéndole apenado por todo lo que acaba de ocurrir, pero mirándole con un brillo especial en sus ojos.

— ¿Quieres ser mi novio, hyung? — pregunta poniendo un puchero.

— ¿En el aniversario de la muerte de mi hermana, que era el tuyo con ella? no — ríe levemente — buscaremos otra fecha mejor.

— Tienes razón, Yoonie — sonríe avergonzado.

Ambos se acercan y se dan un beso lento lleno de los sentimientos que por fin se han atrevido a confesar, aunque haya sido en esta situación tan terrible y trágica que marcará un antes y un después en la relación de ellos dos.

Después de unos cuantos besos, algunas disculpas más de Taehyung hacia la que fue su primer amor y su primera novia, deciden irse a cenar algo juntos, hoy dormirán donde sea, pero el uno al lado del otro.

Al marcharse del cementerio cogidos de la mano, el menor se para y se da la vuelta, echando un último vistazo a la tumba de SeulGi, y casi puede verla, sonriéndole con cariño y guiñándole un ojo divertida antes de desaparecer, por primera vez en mucho tiempo se siente en paz consigo mismo.

Echan a andar de nuevo, dejando atrás el pasado y moviéndose juntos hacia un nuevo futuro que esperan que sea lleno de risas, amor, confidencias y una vida compartida.

No saben con exactitud cuánto andan, hasta que se paran delante de la que fue su escuela, dónde comparten recuerdos de cuando el mayor rapeaba allí, haciendo las peleas de gallos con los idiotas que intentaban vencerle, sin conseguirlo.

— Es curioso lo poco que me fijé en ti — dice el mayor, mirando hacia la escuela — ¿Me habría enamorado de ti si lo hubiese hecho?

— No creo, Yoonie — suspira — todo esto empezó porque quise darte una lección, yo jamás me fijé en ti de forma sexual, por así decirlo.

— Me alegro de que lo hicieras — aprieta el agarre en sus manos — me alegro de que tú seas la primera persona de la que me he enamorado.

— Yo me alegro de haber seguido tus pasos — sonríe, apenado — a veces he pensado que estoy condenado a perseguirte allí donde vayas.

— Me gusta que seas así de pesado, aunque no lo demuestre — se gira a mirarle — eres especial, Taehyung.

El menor le sostiene la mirada, conmovido por tenerle a su lado y tener la dicha de escucharle decir esas cosas tan bonitas de él, de poder compartir la vida con alguien así de lindo y especial.

Suelta su agarre momentáneamente para acariciar con ambas manos su rostro, amando el sonrojo de su mayor, acerca sus labios, a milímetros de él.

— Te amo, Yoonie — susurra.

— Yo también te amo, Taetae — responde, sonriente.

Un delicado y tierno beso es lo que la escuela donde se conocieron tiene la suerte de admirar, un acto de amor tan típico en una pareja, tan básico para la gente, pero que en ese momento puede demostrar muchísimas cosas.

El problema de todo esto, es que, sin mascarillas, ni gafas ni un poco de cuidado, son carne de foto para la prensa amarilla.

Y eso es justo lo que piensa Park Jimin, el cual saca su móvil, sin dudarlo ni un segundo.