Capítulo 63: Consejos

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Jet escuchó a su amigo soltar un pesado suspiro ante sus consejos. Tomó otro trago de su cerveza para ver atento al erizo plateado, realmente se miraba perturbado. Un resoplido salió de su boca para ver a Silver con reproche.

–No entiendo por qué lo piensas demasiado – habló Jet ocasionando que la mirada de Silver se topara con la suya –¡Sólo haz lo que te nazca!

Silver estrujó su nariz ante sus palabras. No era así de sencillo, no para él, menos si se trataba de Blaze. Estaba listo para responderle a su comentario cuando fueron interrumpidos ante el sonido de la puerta principal abrirse.

–¡Deja de quejarte, te invite a comer! – escucharon la voz de Tails según atravesaba el umbral. El causante de su interrupción.

–¡Bromeas! Eso con suerte pagara una hora de mis servicios como ayudante de mudanza– lo vio Knuckles con reproche.

–Te lo ganaste por estar diciendo... –Tails silenció al percatarse de a Jet y Silver, quien yacían en la isla de la cocina –Hey – dijo a modo de saludo para caminar hacia ellos y así dar por concluido el tema con el equidna, uno que llevaban discutiendo demasiado tiempo ya. –¿Sonic está en su habitación? – preguntó para con un vistazo buscar al erizo azul por el apartamento; extrañándole que ya estuviera descansando.

–Aún no ha regresado – negó Silver suavemente con la cabeza.

–Aparentemente Sonic se quedó a darle un poco de amor a su nueva novia en el nuevo apartamento – rio Jet divertido dándole otro sorbo a su cerveza.

–¿Cómo dices? – alzó Tails una ceja ante sus palabras.

–Puede que Amy y yo le hayamos dado un poco de tiempo a solas – admitió Silver con una sonrisa culpable.

–¿Hablas de que dejaste a Sonic y a Sally a solas? – corroboró el zorro para abrir sus ojos completamente ante la sorpresa.

–Oh cielos...– soltó Jet borrando su sonrisa. Se levantó de su lugar dirigiéndose a la nevera y de ahí sacar otra cerveza, la cual colocó sobre el mostrador de granito –Te dejo está aquí.

–¿Para qué? – preguntó Silver viendo la lata a su lado, confundido.

–Para el perdedor de tu amigo – respondió el halcón mientras tiraba la lata vacía de cerveza en su mano, empezando a caminar en dirección a su recámara –La necesitará cuando regrese – continuó –Ya que seguro se habrá metido en graves problemas.

–¿Eh? – exclamó Silver abriendo sus ojos, sin entender las palabras de Jet.

Jet no dijo nada más para así dirigirse a su habitación, cerrando la puerta de un golpe. Silver volteó a ver a Tails que le sonrió nervioso encogiéndose de hombros, dándole a entender qué él tampoco entendía las palabras del halcón.

–Yo me iré a dormir – habló Knuckles sin tomarle importancia a las palabras sin sentido de Jet y al igual que el halcón, encaminarse a su recámara –Estoy muerto – soltó un suspiro de cansancio –¡Y no piensen volverme a involucrarme en ninguna de las aventuras de Sonic con su nuevo romance! – amenazó para encerrarse en su habitación de un puertazo.

Tails soltó un suave suspiro. Ese día había sido más caótico de lo que hubiera imaginado. Realmente esperaba que una noche de sueño hiciera que Knuckles dejara el tema por fin, o estaba seguro que sería de lo único que hablaría por las siguientes semanas.

Se dirigió a la cocina en busca de un poco de café antes de, como Knuckles y Jet, dirigirse a descansar; al igual que ellos, Tails se encontraba exhausto, y mañana tenía clases a primera hora. Prendió la cafetera, en la espera del anhelado líquido amargo sin muchos ánimos de conversar cuando notó la extraña mueca que Silver mantenía en su rostro.

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