Capítulo 67: Primera vez

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La lengua de Silver se aventuró adentro de su boca tomándola por sorpresa, cayendo prisionera del juego de su lengua con la de ella; era la primera vez que él la besaba de esa forma. Blaze se separó de él intentando recuperar el aliento para así fijar su mirada en los ojos dorados de él, quien la observaban expectante.

La felina se sentó sobre su regazo, y con un dejo de timidez, dejó caer su chaqueta lentamente al suelo, haciéndolo tragar pesado al notar la blusa ligera de manga corta que ahora exhibía. ¿Estaba pasando? ¿En serio estaba sucediendo?

Silver tragó pesado para acercar sus manos hacia el cuerpo de ella con timidez, reteniendo el aliento según se aproximaba.

–Amm... – murmuró el erizo plateado para verla de manera febril, deteniéndose a unos centímetros de ella –¿Puedo...?

Blaze suavizó su mirada y así sujetar sus manos con seguridad.

–Eres el único que puede – respondió Blaze con un dejo de vergüenza en su voz y una expresión de bochorno en su rostro.

Los ojos del erizo plateado se abrieron con cierta emoción mientras ella guiaba sus manos hacia su abdomen. Silver aspiró profundo acariciando su abdomen con delicadeza para que sus manos se colaran bajo su blusa sintiendo su piel suave y tersa la cual yacía más caliente de lo usual al contacto, pero no era desagradable o doloroso al tacto. La acarició suavemente para subir lento y pausado, acariciando las curvas marcadas de su cintura, viendo su abdomen desnudo según como iba quitando su blusa del camino según sus manos esculpían su cuerpo hacia arriba.

Su respiración yacía entrecortada según avanzaba, o así fue hasta llegar al borde que daba inicio a sus senos. Su corazón se aceleró, dándole una mirada rápida a la felina, quien mantenía aquella expresión abochornada mezclada con gozo sin poder mantener el contacto visual.

–...Prosigue – pidió Blaze con una voz temblorosa e intenso sonroje al notar que su acción había detenido.

Escucharla pedir por su toque borró de él toda duda. Silver tragó pesado para así subir sus manos temblorosas sintiendo la forma esférica y suave bajo resbalarse bajo sus dedos y encajar de manera perfecta en las palmas de sus manos. Apretó con suavidad sus senos sobre aquel brasier blanco que vestía, escuchándola soltar un gemido casi inaudible. Un delicioso sonido que despertó todo en él.

Masajeó con delicadeza sus pequeños senos con un toque sutil que poco a poco agarró avidez a uno más candente. Silver se reacomodó para quedar frente a frente a ella sin romper el contacto en ningún momento y con una mano algo torpe buscar poder quitar el seguro de aquel sostén, lo cual, al intentarlo, fue mucho más complicado de lo que esperó luchando en vano por quitar el broche.

–Yo puedo...– las palabras de Blaze se cortaron cuando sintió un tirón brusco para escuchar un sonido rasgado al mismo tiempo que los ojos del erizo plateado se iluminaban brevemente.

–¡L-Lo lamento! – se disculpó Silver velozmente, soltándola al acto. Sus poderes se habían activado sin su consentimiento –¡No fue mi intensión...

–Esta bien – respondió la felina calmadamente para así remover su blusa por completo y dejar caer aquel sostén blanco sencillo al suelo y notar los broches arrancados, esbozando una sombra de sonrisa –¿A-Así está mejor? – inquirió Blaze dejando ver su torso descubierto para la vista de él.

Blaze tragó pesado, sintiendo los ojos de Silver recorrerla sin discreción en completo silencio. Escuchó su corazón rezumbar en sus oídos, así como se quedaba sin respirar ante la mirada meticulosa y fija de él. Su rostro se bañó de un intensó carmín mientras la ansiedad empezaba a caer sobre ella como una tormenta inoportuna. Sintió su cuerpo empezar a subir la temperatura de manera dramática, abriendo sus ojos con espantó ante las llamas que empezaban a nacer dentro de ella. ¡Necesitaba tranquilizarse! ¡Necesitaba...

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