Capítulo 15: La Comida

1K 126 120
                                    




Terminó de trapear el piso mientras Amy se mantenía sin moverse en una de las sillas de la isla que tenían en la cocina, aún con aquellos ojos rojizos. Él sabía que no había mucho que le podía decir sobre lo que acaba de pasar, nada más que dejarla pasar el duelo de no estar con el erizo que amaba.

–No tuviste que hacerlo – murmuró Amy, captando la atención del erizo azul.

–No es problema – habló Sonic alzando los hombros en señal de desinterés –Además, es mi trabajo limpiar el apartamento hasta el otro mes – soltó con una voz de cansancio.

–Lo lamento... – murmuró ella cabizbaja.

Sonic la vio con cierta preocupación, no era normal ver a Amy de esa manera o tal vez tan sólo no le gustaba verla de esa manera.

Sonic soltó un suave suspiro para así dirigirse al refrigerador y de éste sacar diferentes ingredientes y ponerlos sobre el mostrador, captando la atención de la eriza.

–¿Qué te parece una cena? – preguntó Sonic con una sonrisa.

–¿Cómo dices? – cuestionó la eriza un tanto confundida.

–¿Pasta? – preguntó para enseñarle la bolsa de espaguetis.

–¿Tú cocinas? – cuestionó Amy incrédula.

–Quién crees que lo hacía antes de que tú vinieras – respondió Sonic divertido para empezar a calentar una olla con agua.

–¿Cuándo aprendiste? – curioseó la eriza al verlo empezar a picar diversas verduras y sazonar la carne.

–Mamá me enseñó – explicó Sonic mientras cocinaba algo con gran agilidad.

–¿Aleena? – soltó Amy con asombro por la pericia del erizo azul –, pero recuerdo que tú odiabas cocinar.

–Sí, bueno, me amenazó – explicó él con un mohín de molestia –No me dejaría vivir en mi lugar propio si no sabía cocinar.

–Suena algo que ella haría – dijo Amy con un amago de sonrisa. –¿Quieres ayuda?

–Nop – se negó el erizo para poner los ingredientes en la olla –Esta vez es mi turno – le dijo con una sonrisa galante.

Amy le desvió la mirada al acto ante aquella sonrisa, asintiendo con la cabeza en silencio.

Era la primera vez que Sonic hacía algo así por ella o por nadie más que ella supiera.

Subió su mirada para ver al erizo dominar los condimentos con pericia mientras en un sartén colocaba algo que no pudo distinguir, pero que olía muy bien. Amy cerró sus ojos dejándose embaucar por el mar de olores que ahora inundaban su nariz y a pesar de toda aquella tristeza que la acogía, una parte de ella se sentía feliz... nunca nadie había hecho algo así por ella, después de todo generalmente ella era quien cuidaba de otros, no al revés.

–¡Listo! – dijo el erizo de pronto, regresándola al presente.

Sonic le sirvió espaguetis a la boloñesa en un plato para decorarlo con una ramita de perejil.

–No es realmente nada elegante, pero espero que te guste – habló Sonic para sentarse a su lado y servirse por igual.

Amy tomó su tenedor un tanto tímida para así dar el primer bocado y así saborear una sensación de sabores y texturas espectaculares. Abrió sus ojos de golpe para ver el plato frente a ella, era realmente muy bueno. Una sonrisa se pintó en su rostro ante la calidez de aquella cena, cual abrazo silencioso. Amy sintió sus ojos inundarse nuevamente y sin poderlo evitar lágrimas traicioneras empezaron a resbalarse de sus los mismo de forma indeseable.

El ReencuentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora