Capítulo 50: Estoy Aquí para Ti

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Cream corrió camino al patio de la escuela, la reunión obligatoria que tuvo más los arreglos de último minuto de la actividad que su clase había elegido había tomado más tiempo del que previó, casi dos horas. Saltó los escalones de las gradas de cuatro en cuatro para llegar a la primera planta lo más pronto posible; su entrenamiento en salto largo en atletismo rendía frutos en día como esos.

Se topó con un par de estudiantes según su carrera disculpándose con una breve reverencia y una disculpa rápida para seguir su camino sin realmente detenerse y ver al fin las grandes puertas que llevaban al exterior abriéndolas de par en par, deteniendo su carrera e intentando recuperar el aire gracias a éstas.

Cream vio su reloj de pulsera, realmente esperaba que Sonic y Amy no se hubiera marchado por ser tan mala anfitriona. Los buscó con la mirada a los alrededores, ya había llegado más gente, mucha más. Caminó un tanto desubicada entre la multitud que parecía aumentar a cada minuto en espera de poder encontrar a sus amigos.

Marchó sin rumbo, no estaban en el centro de la plaza o en los pocos puestos abiertos, tampoco cerca de los bebederos ni en las bancas. Soltó un pesado suspiro temiendo lo peor. Cream se alejó de la multitud para así encaminarse a la parte trasera del edificio, bastante distanciado de donde el caos y la actividad se llevaba a cabo, y así sacar su celular, con temor que al llamar Amy le dijera que ya no estaban ahí.

¿A qué te refieres con que no es suficiente? – la voz de Amy se distinguió dentro del barullo de los alrededores.

Cream levantó la mirada para sonreír. Estaban ahí. Buscó con la mirada en la dirección de la voz para lograr distinguirlos hablando justo en el muro perimetral a la par de uno de los viejos robles; muy alejados de todo. Ahí pudo ver a Amy con una expresión de molestia mientras Sonic tenía una sonrisa socarrona pintada en sus labios. Eso no podía ser bueno ¡A lo mejor dejarlos solos había sido una terrible idea! Corrió hacia ellos, después de todo la relación de ellos seguía en un estado delicado y no quería... Se detuvo de golpe.

–Acaso...– murmuró Cream para ver a Sonic acercarse de forma indiscreta hacia la eriza; acción que la hizo sonrojar por lo que sus ojos presenciaban.

Cream se alarmó por su indiscreción para así buscar un lugar donde ocultar su presencia, algo le decía que no debía de estar viendo o escuchando lo que estaba pasando; y a pesar de ello, no tenía intenciones de tomar distancia. Se pegó a la pared del edificio para asomar su cabeza y verlos con genuina curiosidad.

–¿Alguna idea de cómo piensas compensármelo? – escuchó a Sonic decir de una forma sugerente. Cream tragó pesado.

Tenía que ser una broma, Sonic nunca había visto o tratado a Amy de esa manera y ella lo sabía bien. Los recuerdos de cuando Amy llegaba a su casa para soltar una que otra lágrima, así como la necesidad de idear un plan nuevo para intentar conquistarlo estaban muy presentes en su memoria.

–S-Sonic estamos en público – escuchó decir a Amy quien miraba nerviosamente a los lados.

–Es un secreto...– musitó la coneja para sí abriendo sus ojos lentamente ante el descubrimiento.

Cream pegó su espalda a la fría pared de concreto para esbozar una pequeña sonrisa. Ahora tenía sentido el porqué es que ambos habían llegado juntos, no podía crearlo.

–Lo más seguro es que nadie sepa – se dijo para sí cual revelación –Debe ser importante para ambos mantener el secreto – murmuró pensativa.

Un sonido ahogado llamó su atención para asomar nuevamente la cabeza y ver a Amy robarle un beso un poco más que intenso al erizo azul, provocando que la coneja se sonrojara intensamente ante la actitud atrevida de su amiga. No había duda, ¡Eran pareja! ¡Sonic y Amy eran pareja!

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