Capítulo 43: Tiempo en Familia

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Sonic sintió su rostro enrojecer violentamente, apenas podía con la idea de salir con ella, no estaba listo para algo como llamarlo un noviazgo y su madre había dado un título oficial a esa inestable relación.

–¡Esto es increíble! – dijo Aleena para abrazar a Amy nuevamente con emoción –Es casi como una película romántica– dijo para dirigir su mirada a Sonic, quien le alzó una ceja, confundido por su comentario –Ajá ¡Piensa! tu gran amor de la secundaria se va, dejándote con el corazón roto para luego reencontrarse contigo años más tarde y así ella por fin aceptar tus sentimientos.

Los ojos de Amy se abrieron con sorpresa ante las palabras de Aleena dirigiendo su mirada al acto al erizo azul quien tenía su rostro cubierto por un manto rojizo mientras observaba a su madre con horror.

–¿Qué dijo? – logró Amy decir apenas.

–¡NADA! ¡NADA! – respondió Sonic alterado –¡Mamá suéltala de una vez por todas! – exigió avergonzado.

–Oh vamos Sonic, ¿por qué te pones así? – cuestionó Aleena soltando por fin a la eriza rosa y verlo confundida –Es decir, ustedes están juntos ¿no es cierto?

–Nosotros... quiero decir... – se ahogó Sonic en sus palabras ahogándose en la vergüenza de la situación.

A penas había podido admitirse a sí mismo lo que sentía, aún no era capaz decirlo en voz en alta a otros sin perecer en el intento.

–¡Ves! – habló Aleena sonriente para dirigir su mirada a la eriza, quien se tensó bajó la misma –Sonic es muy malo para usar las palabras, creo que por eso nunca pudo decirte lo que sentía en ese entonces, pero todos en casa sabíamos que gustaba de ti – sonrió ante sus palabras –Cuando supo que te fuiste pasó días encerrado en su habitación como un muerto en...

–¡OH POR CHAOS! ¡POR FAVOR PARA! – vociferó Sonic para ver a su madre de forma iracunda.

–... ¿Tú estabas enamorado de mí? – preguntó Amy en susurro. Sonic se ruborizó intensamente para así lanzar su mirada a los pies incapaz de encararla. –Es por esa razón que... que dejaste hablarme cuando supiste que te mentí sobre...

Los ojos de Amy se abrieron de par en par ante la revelación mientras que la mirada de Sonic se mantenía tan lejos de ella como era posible.

–Pero ahora el destino los ha reunido nuevamente para una relación madura y funcional – habló Aleena para tomarlos a ambos por los brazos juntándose así ambos erizos de lado a lado del cuerpo de la eriza purpura –¡Tengo una idea! – soltó energética.

–No, por favor... – farfulló Sonic con temor.

–¡Ambos deben de venir a la casa hoy! – exclamó Aleena emocionada –¡Tenemos una gran cena hoy y...

–Mamá, escucha – interrumpió el erizo para ver a su madre con seriedad. Sonic sabía que ese no era un buen momento para ellos de convivir, en especial con su familia –Amy y yo...– intentó decir para dirigir su mirada a la eriza quien se la desvió con cierta tristeza. –Nosotros...

–Estarán encantados, lo sé, lo sé – se adelantó la eriza purpura.

–No, no, escucha – intentó hablar para verla intensamente, a veces olvidaba lo precipitada que podía ser madre o lo mucho que eso tendía a irritarlo –Amm... No es un buen momento, justo iba...

–A visitar a tu madre luego de que no pudiste ni siquiera pasar un día de las vacaciones de verano con ella – devolvió con filo en su voz.

Sonic se estremeció ante las palabras, era obvio que estaba molesta y si algo sabía de su madre era que no era una buena idea hacerla enojar. Ese no era su día o semana... posiblemente su año.

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