Capítulo 21: Una Canción del Corazón

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La tetera empezó a hervir para silbar de manera estrepitosa obligándola a levantar su cabeza del mueble marmolado y ver el ruidoso aparato frente a ella silbar de forma insistente, soltando un suave suspiro.

–Al menos llevaré el té... – se dijo Amy a sí misma para levantarse con cierta pesadez y quitar la tetera del fuego, acallando el silbido infernal.

–¡¿Por qué me empujas?! – escuchó decir Knuckles a sus espaldas.

Amy observó al equidna ser empujado bruscamente fuera de la habitación de Sonic seguido por Tails con una expresión de obvia molestia grabada en su rostro.

–¡Sólo camina! – ordenó Tails, quien iba detrás de él con un dejo de molestia en su voz. El zorro se detuvo en el marco de la puerta para fijar aquella mirada benevolente hacia el erizo azul y así decirle en suave voz: –Vendré más tarde a ver cómo estás ¿de acuerdo?

Amy observó la escena un tanto entusiasmada, pues significaba que por fin podría hablar con Sonic en privado.

–Mmm... de acuerdo – se despidió Tails cerrando la puerta al salir de su habitación. Un claro mohín de desanimo se pintó en las facciones del zorro.

–¿Pasó algo? – preguntó Amy quien caminaba hacia ellos un tanto confundida por la escena recién.

–Hmph – bufó Tails ante la pregunta borrando aquel semblante consternado y uno de molestia se grabara en su lugar –¿Por qué no le preguntas a nuestro amigo Knuckles aquí presente? – soltó para ver al equidna iracundo.

–¿Qué? – exclamó Knuckles cual respuesta ante la obvia acusación del zorro –Yo sólo dije lo que todos ya saben – se excusó cruzando sus brazos y colándolos en forma de cruz sobre su pecho.

–En serio crees que era el momento apropiado para decirle a Sonic "Te lo dije"... – masculló Tails intentando contener su ira hacia el equidna, quien por su parte alzó sus hombros en señal de desinterés ante sus palabras –¡Tienes que estar bromeando Knuckles!– explotó ante su falta de empatía –¿En serio le dijiste: "te lo dije"? ¡¿TE LO DIJE?!

Knuckles se estremeció ante las palabras del zorro, no era normal ver a Tails molesto y si tu eras el causante de esa molestia el precio podía ser muy alto; todos en ese apartamento lo sabían.

–Pero... sí se lo dijimos – se excusó Knuckles, sin poder encararlo.

–¡ESE NO ERA EL PUNTO! – explotó el zorrito, ocasionado que Knuckles retrocediera varios pasos intentando calmar la ira del iracundo zorro con la distancia.

Tails chasqueó molesto. Restregó sus sienes con la yema de los dedos en un intento de forzarse a entender las acciones, imperdonables a su punto de vista, del equidna.

–Esto es increíble... – retomó Tails suspirando pesadamente –Tú sabes exactamente cómo Sonic reacciona ante estas cosas, él siempre se encierra en sí mismo y esto definitivamente no ayudará para que él se abra ante esto ¡Ni ayudara a que su duelo se solucione más pronto! – apuntó cual hecho obvio.

–¿No crees que exageras? – inquirió Knuckles, provocando que el zorro agudizara su mirada hacia él –¡Q-Quiero decir! Nosotros siempre salimos a beber y a relajarnos cuando...

–Ese es el punto Knuckles – interrumpió Tails el monólogo que había escuchado tantas veces antes –Eso no es trabajar el problema ¡Es evadir el problema! – señaló iracundo –El cual Sonic puede hacer bastante bien sin tu ayuda como te darás cuenta.

–Pero...– El celular del equidna sonó en ese momento, acallando la pelea. –¡Es Silver! – soltó con alivio –Yo voy a... ya saben...– dijo nerviosamente para responder la llamada y alejarse del zorro que en cualquier momento lo asesinaría con la mirada.

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