Jueves 22 de marzo 2012
21:07 PM
𝑺𝑰𝑬𝑴𝑷𝑹𝑬 𝑳𝑬 𝑯𝑨𝑩𝑰𝑨 gustado salir por la noche mientras no hiciera demasiado calor o demasiado frío, realmente le gustaba bailar y el cielo nocturno, amaba las estrellas y como todo era tan pacifico a las altas horas, también le gustaba que sus amigos estuvieran felices o verlos reír. La Flavia acababa de llegar en medio de las risas provocadas por un chiste que el Nico había soltado.Cuando la Vale y la Flavia hablaron por teléfono ambas habían acordado que cuando la Flavia llegara la Vale pararía de tomar y ninguna lo haría por el resto de la noche, la Vale para ayudar a su amiga a no levantar sospechas y la Flavia por su embarazo.
—¿Que te pasa?— la Vale vio la cara arrugada de la Flavia que hablaba con el Zafrada y cuando se acercaron quizo saber que pasaba.
—No nada— la Vale vio a la Flavia asintiendo, también todos habían visto como el Maicol se iba así que asumió que tendría que ver con eso.
Vio el brazo del Lalo que no estaba a su al rededor ofrecerle cerveza y al ver que ella negó le ofreció a la Flavia pero también negó para luego caminar hacia el Ariel y la nicol.
Ya eran mas de las diez de la noche cuando estaba caminando a su casa con el Nico y la Flavia los tres vivían cerca el uno del otro, bueno el Nico vivía tres poblaciones lejos de la casa de la Flavia. El primero en dejar la caminata fue el Nico, luego lo hizo la Flavia y por último la Vale llegó a su casa. Había convencido al Lalo de que no era necesario que la acompañara y que podía irse con sus amigos, porque su vecino Jorge estaba al lado y que el se fijaría que nada le pasara, el acepto ya que no le gustaba que su mamá y su hermana chica estuvieran solas cuando su papá no estaba en la casa.
La Vale no pudo hacer nada más que ponerse pijama y lavarse los dientes antes de caer dormida de una manera preocupante como si no lo hubiera hecho en días.
𝑬𝑳 𝑳𝑨𝑳𝑶 𝑬𝑺𝑻𝑨𝑩𝑨 𝑳𝑳𝑬𝑮𝑨𝑵𝑫𝑶 𝑨 𝑺𝑼 𝑪𝑨𝑺𝑨, le habría gustado acompañar a la Vale pero ella había dicho que iba a estar bien y que su vecino estaba en su casa hoy así que no iba a estar sola, su vecino la cuidaba desde la casa de al lado desde que era una niña y estaba sola. El Lalo no quería que su mamá y su hermana estuvieran solas por la noche.
—Hola mamita— el Lalo amaba mucho a su mamá, era una de las tres mujeres más importantes en su vida junto con su hermanita y siempre que pudiera cuidarlas lo iba a hacer.
—Hola mi amor— la mamá del Lalo estaba planchando cuando escuchó la puerta y la voz de su hijo, dejó de hacerlo para responder su abrazo y su saludo —¿Como te fue hijo, la pasaste bien?— preguntó mientras veía a su hijo ir a la cocina y desaparecer de su vista.
—Si estuvo piola— el Lalo mantuvo la conversación mientras hacía dos tazas de té y tomaba platos para llevarlas —¿La tami está acosta?—
—Si hace rato, se acosto poquito después de que te fuiste, te quería esperar pero le dio sueño— La mamá del lalo dejó de planchar cuando vio a su hijo poner la mesa y cosas para comer sobre ella.
ESTÁS LEYENDO
𝑴𝑰𝑫𝑵𝑰𝑮𝑯𝑻𝑺 - 𝑬𝑳 𝑹𝑬𝑬𝑴𝑷𝑳𝑨𝒁𝑨𝑵𝑻𝑬
FanfictionEl colegio príncipe Carlos no hacía nada bien, no tenía buenos profesores, baños que funcionaran, buenos planes educativos, lo único que funcionaba eran sus estudiantes, si no lo hacían al salir del colegio morirían de hambre o de un balazo. Estaba...