El colegio príncipe Carlos no hacía nada bien, no tenía buenos profesores, baños que funcionaran, buenos planes educativos, lo único que funcionaba eran sus estudiantes, si no lo hacían al salir del colegio morirían de hambre o de un balazo. Estaba...
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—Si te pegan tu pégales más fuerte— El Lalo le dijo al Tomi a lo que la Vale le dio un codazo.
—No, si te pegan tú le avisai al arbitro— le dijo la vale mientras le abrochaba un zapato al tomi y el lalo le abrochaba el otro —Y aprende a amarrarte los cordones—
—Pero si la otra vez le avise y no me pescó. —Bueno si no te pesca te tirai al piso. —No la pesqui tú defiéndete —Lalo no le enseñi weas po.
Los tres se callaron cuando escucharon cómo llamaron al tomi para que entrara a la cancha. La Vero no podía llevarlo así que le había pedido a la Vale que lo llevara pero como estaba oscuro el Lalo la acompaño, ademas había poca gente y le daba miedo ir sola ya que el partido era de noche.
—Ten cuidao— dijo la Vale mientras el tomi chocaba puños con el Lalo para luego salir corriendo.
Cuando subieron a sentarse a las gradas el Lalo miro a la Vale y le dijo —Oye—
La Vale lo miro —¿Que?— pregunto.
—¿Vamo a ir junto a la gala?— la Vale negó con la cabeza y el Lalo no entendió.
—No, voy a ir con mi otro pololo. —Ah ya po.
La Vale se rio y le dio un beso al Lalo y habló —Si po Lalo—
—No se yo creo que no podría ir a la gala con alguien que no es mi polola— El Lalo estaba jugando.
—¿Y cómo es tu polola? —Era. —¿Era? —Terminamos. —¿En serio? —Si en serio. —¿Por qué?
La verdad mirando hacia atrás todo había sido muy ridículo y sin sentido, estos últimos meses habían estado bien y se habían vuelto más cercanos que antes así que porque no volver.
—¿Y no le pediste perdón? —Si pero me mando a la mierda. —Yo creo que deberiai pedirle perdón de nuevo, capaz que te perdone. —¿Tu deci? —Si.
El Lalo la besó y la miró a los ojos para decirle —¿Volvamos?— la Vale asintió sonriendo y el volvió a unir sus labios.
—Te amo Chucky. —Te amo.
La Vale se separó de él aun sonriendo pero pareció pensar y le golpeo el pecho suavemente luego de que su sonrisa se fuera—Pobre de ti que te pongai weon de nuevo por qué te juro que no te hablo más—
Había terminado el partido y el equipo del Tomi había ganado, para celebrar habían pasado a comer completos pero el tomi estaba tan cansado que el Lalo se lo tuvo que llevar en la espalda y ahora estaba ahí dormido, estaba muy oscuro, se les había echo más tarde, así que las calles estaban vacías, excepto por alguien, El Munizaga.
Cuando estaban doblando la esquina el Lalo y la Vale lo vieron al mismo tiempo y se detuvieron e hicieron lo normal, se escondieron para ver que hacía solo a esta hora, con una mochila, y madera.
