El colegio príncipe Carlos no hacía nada bien, no tenía buenos profesores, baños que funcionaran, buenos planes educativos, lo único que funcionaba eran sus estudiantes, si no lo hacían al salir del colegio morirían de hambre o de un balazo. Estaba...
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—Ya mira, El Cuchara, el Tomas— la Flavia dijo.
Estaban en la plaza todos en una banca, estaban hablando de la premiacion por tener los mejores puntajes, la Vale que estaba sentada en las piernas del Lalo mientras reían vio llegar al profe Charlie y la profe Anna a quienes estaban esperando.
—Wena profe— El profe les sonrió y los demás comenzaron a saludarlos.
Cuando los profes se sentaron la Flavia les preguntó —Oiga profe— El la miro —¿Es verda eso de que ya no hay vuelta atrás, de que el colegio no va ma?— dijo acomodándose el pelo.
—Parece que si— El profe dijo desanimado —Los van a reasignar a otros colegios—
Había llegado el rumor de que el colegio iba a cerrar, por las negligencias de jorquera y porque obviamente el colegio no estaba en condiciones. habían ido a inspeccionar días atrás gracias a la demanda que habían puesto y esto había ocasionado el posible cierre.
La Vale miró al Lalo, y a los demás, todos parecían verse tristes lo peor era que no todos iban a estar juntos, no había manera de que los dejaran en el mismo colegio.
—¿Profe y la celebración?— La Jenny dijo —Yo ya le había dicho a mi mamá—
La Vale dijo —Yo igual po mi papá ya había pedido permiso en la pega—
El profe los miró y dijo —No si la celebración va igual, pase lo que pase ustedes se merecen el premio—
—¿Como se premia a un curso de un colegio que ya no existe?— La Kathy pregunto.
—Hace cualquier sed— El Zafrada dijo poniéndose de pie.
—A donde aprendiste hablar— La Jenny se rio del Zafrada.
—¿Por qué no hacimo una vaquita pa tomar algo?— todos estuvieron de acuerdo.
—Toma— todos le estaban pasando su plata al Zafrada incluso la profe Anna.
El Maicol había vuelto a su vida normal después de la muerte del Gordo el sapo, aún que no por mucho tiempo, le había contado a sus amigos que se iba a Calama, y que no sabía si volvería. lo que causó aún más tristeza.
—¿Oiga profe está bien?— La Jenny le pregunto al profe que había estado en silencio.
—Si, tengo una idea— todos se quedaron en silencio —Creo que vamos a poder salvar el colegio— Se puso de pie y dijo mirando a la Profe Anna—Nosotros podemos ser los sostenedores del colegio—
La profe Anna dijo —¿Nosotros tu y yo?—
El profe asintió —Tu, yo, los profesores y los apoderados— todos se quedaron en silencio —Si los números me calzan, podemos crear una cooperativa, y pedir el reconocimiento del ministerio—
