El colegio príncipe Carlos no hacía nada bien, no tenía buenos profesores, baños que funcionaran, buenos planes educativos, lo único que funcionaba eran sus estudiantes, si no lo hacían al salir del colegio morirían de hambre o de un balazo. Estaba...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La Flavia quería saber con claridad que había pasado con el Victor y para eso necesitaba conversar con el Gerardo, y si quería hablar con el debía hacerlo a escondidas de sus amigos, para que básicamente no lo mataran.
Pero no podía hacerlo sin la Vale así que ahí estaban, la Flavia conversando con su ex y unos metros más lejos observando todo estaba la Vale.
Luego de la pequeña charla que habían tenido la Flavia y el Munizaga, habían llegado a algunas conclusiones. Definitivamente el tenía algo que ver con lo que le había pasado al Victor, y sabían exactamente a quien hacer hablar.
Pero, no podían ir solas así que ahí estaban, nuevamente, contándole todo al Maicol y al Lalo.
—¿Flavia como se te ocurre ir sola?— El Maicol reto a la Flavia —¿Y si te hacía algo ese culiao?—
La Vale para que dejaran de pelear dijo —Ay que le poni color, la Flavia no andaba sola andaba conmigo— Pero eso no mejoro mucho la situación para ella.
Cuando el Lalo la escuchó la miró y también reclamo —¿Y tú también andabai?— la Vale supo que no debió haber dicho nada —Como se te ocurre no avisarme—
—Lalo si te avisamos vo no te ibai a quedar quieto y le ibai a pegar— la Flavia se metió.
—¿Y que wea?— el Maicol hablo —Te importa acaso que le saquen la chucha— se dirigió a la Flavia.
—Déjate de hacer show Maicol— la Vale evitó la discusión que venía entre sus amigos —Si no, vamos a ir yo y la Flavia solas a hablar con esos weones—
Querían hablar con los amigos del Gerardo, lo que le pasó al Victor definitivamente no lo hizo el solo, debe haber tenido ayuda y los únicos igual de locos que el Gerardo eran sus amigos.
El Lalo la miró un poco enojado y le dijo —Seguro las vamos a dejar po—
—Seguro te estoy pidiendo permiso po— la Vale se rio.
—No, no me teni que pedir permiso pero no te voy a dejar ir sola— La Flavia rodó los ojos, cansada.
—¿Ya van a ir o no? —Obvio po.
El maicol iba con la Flavia caminando delante de la Vale y el Lalo quienes aún discutían.
—¿Que wea?— Habló la Vale —¿En serio me vai a pintar el mono por esa wea?—
—Valentina como no me avisai. —Y si te avisaba igual te ibai a enojar.
El Lalo le sonrió y la abrazó mientras caminaban demostrándole que la perdonaba.
—No hagai esa wea de nuevo Valentina— el besó su cabeza —Nunca mas—
—Bueno— ella sonrió, sabiendo que el Lalo no podía estar enojado con ella.
